Conviene tener en cuenta que muchas creencias se apoyan en el prejuicio y en la tradición.
René Descartes
La fría Luna de Acuario ha sido quien ha revelado lo que todos, de alguna forma inconsciente, o muy consciente, esperábamos. ¿Acaso nos encontramos ya en la Era de Acuario?
La noticia que publiqué en nuestra página de Facebook ha venido a revolucionar el mundo de la astrología:
Un telescopio de la NASA descubre un sistema solar con siete planetas como la Tierra, este nuevo sistema solar orbita en torno a Trappist-1, un astro del tamaño de Júpiter ubicado en la constelación de Acuario.
Ha motivado la reflexión permanente sobre la validez de la astrología.
Que nada tiene que ver con la creencia.
Las creencias son respetables porque proceden de nuestra cultura, de nuestro entorno y de las experiencias vividas.
Sin embargo luego tenemos una vida, de estudio, de experiencias, de revelaciones, de descubrimientos, de educación…
Una vida que nos hace percibir la astrología como lo que es: una herramienta de autoconocimiento, de autodescubrimiento… basada en toda la tradición pasada, en donde tenía otros significados difíciles de asumir hoy en día.
La creencia en la astrología es sinónimo de que algo anda mal, cuando nos refugiamos en el «horóscopo», en la consulta diaria de «qué me pasará como Leo, Acuario, Libra…», ¿Qué me depara el futuro?… es síntoma de que hay que cambiar.
El futuro nos depara aquello por lo que trabajamos, perseguimos, soñamos y nos empleamos a fondo.
La astrología es una herramienta para mejorar , allanar, clarificar y entender el camino emprendido.
La astrología no dicta nada, ni por creer en ella va a ayudarnos en algo.
La astrología es observación y matemáticas desde el principio de los tiempos.
La astrología ha evolucionado y por ese motivo tenemos herramientas potentes de cálculo y observación (software de astrología), que facilitan el recorrido que hay que seguir hasta obtener horas de observación y de múltiples cálculos.
La astrología, el análisis de los tránsitos, nos ayuda a caminar, el camino lo ponemos nosotros.
Me resulta difícil «cargar» contra tan extendida creencia en el horóscopo de los signos, es lo poco que queda de astrología popular, pero entiendo que quienes leen estos artículos están un paso más allá de la creencia en el horóscopo y entienden la astrología como la herramienta de validez personal que es.
Fascinante siempre la astrología, lo cortés no quita lo valiente.
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Dicho esto queda una segunda parte, ¿De qué va entonces esto de la astrología?
Podría ser fuente de inspiración no solo para otro artículo, sinoi para libros, debates e interminables horas.
Voy a hacer la pregunta más conflictiva de la astrología:
¿Qué validez tiene la astrología en el hemisferio sur si todos los cálculos están orientados al norte, si todos los arquetipos zodiacales parecen relegar al sur?
En los estudios que realicé con Noel Tyl, astrólogo que recomiendo sin lugar a duda, aprendí esta metáfora que supuso una mayor comprensión de este problema astrológico: norte-sur.
Me explico, y lo explico:
Astrología en la Tierra. La metáfora de las estaciones.
La astrología se basa principalmente en los elementos.
Con la introducción de los elementos, estamos usando una metáfora que relaciona la derivación arquetípica de los signos a las estaciones del año: Aries, el primer signo del zodíaco está relacionado con la primavera, y está relacionado con el 21 de marzo.
Es inicialmente desconcertante observar que todo esta celebración de una nueva vida que comienza a florecer en marzo, la primavera, y de su culminación en torno al 21 de julio, en pleno verano depende de las referencias al hemisferio norte.
Por debajo del ecuador en el hemisferio sur, las estaciones están invertidas, por supuesto: marzo y julio, para empezar, son meses de otoño e invierno.
Sin embargo, los perfiles arquetípicos de los signos prevalecen en el hemisferio Sur como en el Norte.
La explicación es que la metáfora poética de las estaciones, utilizada por los observadores que formularon la astrología tan bien durante tantos siglos, es esencialmente válida en términos generales del desarrollo de la personalidad, pero por desgracia estrecha en los términos de referencia a las estaciones.
Los observadores trataron de entender todo esto en términos de su experiencia vital en el hemisferio-norte. La Tierra y la vida eran desconocidas en otros lugares.
Lo que describimos en astrología, aparte de los conceptos de las cuatro estaciones, es en realidad el concepto de los ritmos vitales, que «en términos de la vida vegetal y otros sucesos de la naturaleza» son más elevados (el Sol más alto en el cielo) en el norte entre marzo y julio y en el sur entre septiembre y diciembre (las estaciones creadas por la inclinación de la Tierra sobre su eje).
En otros términos, utilizando una metáfora diferente, una basada en las relaciones sociales, por ejemplo (enfocándonos en Libra, frente Aries) y de la realización de la sociedad (Capricornio, opuesto a Cáncer), los períodos de septiembre y diciembre para el Sur reflejarían los períodos de desarrollo más altos (el Sol más alto en el cielo).
En el norte, en ese momento entre septiembre y diciembre, en esta otra metáfora, la gente comienza a retirarse de los campos yermos y el frío que siguió.
Parece que la belleza de la metáfora de las estaciones era un vehículo adecuado para el aprecio y la enseñanza del desarrollo arquetípico de los signos en el Norte; y de esta forma el sistema ha sido aceptado gracias a su validez por el Sur.
Aparte de de la metáfora, algo esencial, relevante y duradero era/está siendo representado a través de estos signos y eso es lo que tenemos que captar en nuestro aprendizaje de la astrología y en el uso de la misma para comprender la vida del Norte y del Sur.
Vaya carga de fondo….
Francisco.
http://astroworldxxi.com
PD. Este nuevo sistema solar descubierto tendrá su propia astrología, sus propias energías vitales. El nuestro aquí las tiene, en forma de autoayuda, de mejora y de auto entendimiento. Usemos adecuadamente la astrología Astroworldxxi.com