El Eclipse lunar en Sagitario será el primero de los dos eclipses totales en Sagitario del año, aunque el segundo, a mediados de Diciembre, será un eclipse solar. La Luna estará en el perigeo (su momento más cercano a la Tierra) y, por lo tanto, parecerá mucho más grande de lo normal.
Este eclipse lunar señala que, si bien podemos tener fuertes deseos de libertad, es posible que no podamos acceder fácilmente a ellos de la manera que deseamos. Aunque es posible que nos hayamos acostumbrado a tener las expectativas bajas en ciertos aspectos, no conseguir los deseos propuestos puede ser frustrante para cualquier persona que crea que sí los merece conseguir.
Superar nuevos desafíos no es del todo imposible, la cuestión es que el camino puede ser un poco más difícil de lo esperado, según la cuadratura que separa a la Luna de Júpiter en Piscis. La separación sugiere que por ahora es mejor que dejemos ir algunos sueños o ideas, o parte de los mismos.
Sin embargo, abandonar algo no tiene porqué ser negativo. Para algunos, liberarse y seguir adelante puede brindar una sensación de alivio. De hecho, estar dispuesto a dejar de lado ciertas cosas o pasar de página, en algunos casos, puede ayudar a que otro plan tenga un enfoque más sólido.
La Luna realizará un sextil a Saturno, que, a pesar de su naturaleza restrictiva, en realidad puede ayudarnos a asegurar que algún asunto acabe estableciéndose definitivamente. Como Saturno está retrógrado, podemos regresar a algunas de nuestras historias que no llegaron a finalizar.
Con Saturno en Acuario, uno de los signos que gobierna, deberemos hacer las cosas de una forma "adecuada" para tener éxito. Esto puede significar la inclusión de nuevos protocolos o la adhesión a tradiciones antiguas; la cuestión clave es adaptarse a la aprobación oficial, ya que Saturno también insistirá en conectar adecuadamente con nuestro entorno y, en un signo como Acuario, tendrá como objetivo mantener feliz a la mayor cantidad de gente posible.
Saturno retrógrado puede tener un papel adicional que desempeñar, actuando como un guardián en una situación que requiere de cuidado o monitoreo constante. En este caso podremos enfatizar la necesidad de paciencia, de jugar al juego a largo plazo para alcanzar un resultado específico.
A pesar de la restricción de libertades o de que individualmente nos sintamos controlados por reglas y regulaciones, la sensación de estar dentro de un mar de posibilidades permanece, ya que la Luna está dispuesta por Júpiter (se encuentra en el signo regido por Júpiter), el cual entró hace poco en Piscis. Gracias a esto, podremos observar todo el horizonte que tenemos por delante y, aunque no veamos el final, percibiremos la cantidad de oportunidades que tenemos por delante.
Sin embargo, dado que el Sol eclipsa a la Luna, es justo decir que lo más probable es que en nuestra agenda solo tengamos anotado durante un tiempo aquellas cosas relativas a nuestra cotidianeidad.
Es posible que en este momento pensemos y analicemos más sobre el pasado que sobre el futuro. Aunque esto no es del todo malo; puede presentar la oportunidad perfecta para que consolidemos el progreso pasado, por ejemplo, anotando en un diario, creando un álbum de fotos, o realizando alguna actividad que nos permita terminar de olvidar un evento o relación.
De vez en cuando, alrededor de un eclipse importante, es el momento de superar y dejar atrás a alguien o algo, que en su momento no conseguimos olvidar. Es el momento de levantarse, coger el libro y pasar la página para, posteriormente, crear nuevas historias.
También es posible que tengamos proyectos que hayan tenido una inversión inicial y ésta no alcance los resultados esperados hasta más adelante; aunque, con el tiempo, será posible que los alcance completamente.
Finalmente, la Luna realizará un trígono a Quirón en Aries, ofreciendo la oportunidad de curar una herida causada por la inocencia como fuente del error; podríamos decir que en este eclipse tenemos una "Luna curativa", y ésta nos podrá permitir encontrar un significado incluso en las experiencias más duras de la vida.
La premura de Aries puede significar lanzarnos a situaciones sin la suficiente preparación, para terminar “quemándonos” los dedos. Revisar la situación podría ofrecer una curación repentina y la oportunidad de recuperar el coraje perdido, dando un nuevo impulso hacia aquellos objetivos que busquemos.