Tu diario del alma: cómo afrontar el año con progresiones secundarias
“Lo único constante es el cambio” Heráclito
Introducción a las progresiones secundarias
El cambio es inevitable en nuestra vida, gradualmente desarrollamos cualidades que nunca imaginábamos que íbamos a descubrir. Estas nuevas experiencias se encuentran reflejadas en nuestra carta natal – base del estudio astrológico-. Estudiando solamente la carta natal resulta difícil extraer todas estas claves y fijar el período de tiempo en que se van a producir.
En este momento es cuando entran en escena otras técnicas astrológicas. La astrología tradicional dispone de diversas técnicas, aunque ninguna infalible. Es la aplicación del conjunto de técnicas la que puede ayudar a que consigamos mayor seguridad en las predicciones.
Es importante que evitemos aferrarnos a la búsqueda de lo que puede pasamos y de cuándo ocurrirá. Pasar horas en esta búsqueda no es el objetivo de la astrología. Ésta sirve para ayudar a encontrar las tendencias futuras, localizar en el tiempo los posibles hechos futuros; puede ofrecernos una impresión general del año que sigue.
Disponemos den una herramienta que podemos utilizar, pero que no debemos dejar que nos esclavice.
Entre las más importantes técnicas astrólogicas para descubrir posibles tendencias de futuro se encuentran:
Los tránsitos
Corresponden a lo que realmente está ocurriendo en los cielos el día actual.
La Revolución Solar y Lunar
Ambas son cartas que se levantan para el momento exacto en que el Sol (o en su caso la Luna), vuelve cada año (o cada mes) a la misma posición natal. Estas cartas «congelan» los tránsitos en ese momento y fijan así el tono para todo el año.
Las progresiones y direcciones
Son importantes indicadores del área en la que podemos encontrar el énfasis básico del año.
Lo importante no son los sucesos, las predicciones, los hechos inmediatos, sino el énfasis en determinadas áreas de la vida, que cada persona deberá resolver por sí misma de la forma que crea más conveniente.
Por ello, el horóscopo progresado, es una valiosísima herramienta. La carta progresada ayuda a desarrollar y llevar a buen término las promesas de la carta natal. Muestra las pautas vitales y las tendencias básicas para el año escogido.
Ofrece un cuadro simbólico de lo que ocurre con los pensamientos, actitudes y emociones en relación con tu vida.
Las actitudes son de gran importancia, ya que es a través de ellas como creamos nuestro destino. Puede ayudarte a determinar cuales son las mejores actitudes a tomar durante el año, permitiendo que escojas los caminos más positivos.
Las secundarias siguen el curso evolutivo, representan el proceso natural de cambio, las influencias que uno va ejerciendo sobre los demás, el mundo y el medio.
Cálculo de progresiones secundarias
La operación para calcularlas es sencilla: cada día después del nacimiento se corresponde con un año de vida, de tal manera que las posiciones de los planetas avanzan, en un año, tanto como lo hacen a lo largo de un día.
El ascendente el Medio Cielo y las cúspides de las casas también avanzan a la posición en la que se encuentran un día después del nacimiento.
Todo lo que es necesario recordar es que un día en las efemérides equivale a un año.
Los puntos más operativos para utilizar en la interpretación de las direcciones secundarias son por, orden de importancia, los siguientes:
1.- La Luna
2.- El Sol.
3.- M.C.
4.- Ascendente
5.- Venus
6.- Mercurio
7.- Marte.
Los demás planetas podemos descartarlos, ya que su movimiento diario es muy lento y apenas avanzan a lo largo de los días. Permanecen casi toda la vida en el mismo lugar.
Con Astroworld, el proceso es muy sencillo. Basta con introducir la fecha, y el programa hará el resto.
El programa de astrologia Astroworld XXI ya incorpora textos interpretativos que ofrecer al usuario final.
A modo de ejemplo y para refrescar la interpretación aquí dejo algunos:
La Luna progresada en tu primera casa
Este año puedes iniciar el comienzo de un nuevo ciclo, sintiéndote liberada de toda clase de factores que aparentemente escapaban a tu control.
Tu enfoque posiblemente lo dirijas a tu propia seguridad emocional. Concentrando la mente en ti misma, en tus propios deseos y necesidades.
Es una época adecuada para que aproveches tu mayor independencia y confianza, y te relaciones con el mundo exterior con más espontaneidad. Puedes tener un sentimiento de liberación, de que has terminado un periodo penoso e introvertido de la vida.
Marca un cambio importante de hábitos, tal vez aprendas nuevas habilidades para desenvolverte en los nuevos condicionantes sociales que aparecen en estos momentos y que terminan generando una nueva manera de comportarte y de afrontar los obstáculos de la vida.
Prepárate para una época de cambios importantes, cambios muy personales, que pueden incluir el físico e incluso cambios en tu entorno, en tu propia casa.
Resulta muy conveniente una especial atención al cuidado de tu forma física.
También una cuidada reflexión sobre la clase de cambios que deseas, para no cometer equivocaciones (una época para restablecer y formular objetivos claros).
Una actitud en exceso emocional puede hacer que te muestres con cierta agresividad o enfado. Puedes sentirte impaciente, nerviosa y fuertemente motivada para alterar tu vida de alguna forma.
Para evitarlo deberías intentar conseguir una integración de tus instintos emocionales mediante un proceso de reflexión e introspección. Es un momento adecuado para contratar a un coach o a un psicólogo que te ayude a reflexionar sobre tu vida.
Luna progresada cuadratura Urano natal
Te encuentras en un periodo en el que probablemente experimentes cambios súbitos e inesperados. En consecuencia resultaría conveniente evitar traslados o cambios rápidos, porque será el resultado de una reacción mental a estos cambios, lo que puede inducirte a efectuar cambios que posteriormente tengas que lamentar.
Puede ser una época en la que te encuentres un tanto vacilante, deseando caprichos inesperados, y llena de cierta fantasía, haciendo que puedas parecer algo excéntrica y errática.
Respecto a tus relaciones (especialmente con el sexo opuesto) evita comportarte de forma indiscreta e impulsiva, cometiendo actos que puedan ocasionarte remordimientos.
Evita decir más de lo que en realidad quieres decir o hablar de forma brusca o sarcástica, ya que puedes sentir impulsos un tanto raros y terminar actuando sin reflexionar.
Es un momento ideal para el cambio de viejas condiciones por nuevas, aunque no exento de obstáculos que vencer con el fin de realizar este nuevo avance y sacar provecho de la oportunidad de progresar.
El diario del Alma y la astrología
El astrólogo Brian Clark fue el que me introdujo en una nueva dimensión del concepto del alma y de su relación con la astrología, y especialmente con las progresiones secundarias.
“Utilizo la palabra alma en el contexto de las progresiones secundarias, ya que esta ambigua técnica astrológica puede ser un símbolo contemplativo para las experiencias profundamente sentidas, así como una inspiración para la autorreflexión significativa” Brian Clark
La hora del alma no corresponde a la hora de un reloj. Por este motivo no debemos conceptualizar el tiempo del alma, sino que es conveniente aplicar una perspectiva simbólica. Los símbolos son ambiguos y resisten la interpretación. Transmiten un significado más allá del límite de cualquier definición que podamos asignarles. De la misma manera, el alma es un símbolo que desafía una visión limitada o una definición fija; quizás se describa mejor tal y como lo hacían los antiguos: fluida, porosa, efímera y permeable.
El alma es una perspectiva, una forma de ver o pensar, en lugar de un punto de vista o creencia fijo. De manera similar, las progresiones secundarias también resisten interpretaciones fijas e invitan a la investigación y la reflexión. Cuando se trabaja con progresiones secundarias, es mejor liberarnos de la conexión del tiempo astrológico con eventos literales; más bien, podemos usar el tiempo astrológico como un símbolo para la contemplación.
Explicar y usar las progresiones secundarias resulta complicado, ya que la técnica no solo desafía una construcción racional, sino que también nos enfrenta a la naturaleza del tiempo. El tiempo no existe como los objetos físicos; tampoco tenemos una percepción sensorial del tiempo. Somos muy conscientes del tiempo debido a nuestro envejecimiento y nuestra capacidad para recordar eventos pasados.
El tiempo está íntimamente relacionado con los acontecimientos. Mientras que generalmente medimos eventos desde una perspectiva lineal y objetiva, hay muchos factores subjetivos en un momento determinado que no se ajustan a un reloj: estados de ánimo, sentimientos, reacciones y recuerdos.
El presente está impregnado de tiempo que recordamos, por lo que habitualmente habitamos un presente recordado. Es decir, nuestra experiencia del presente se ve alterada por la subjetividad del pasado y la forma en que lo recolectamos.
El tiempo astrológico no solo describe eventos o experiencias externas, sino que también explica las fases de nuestra vida interior.
Los tránsitos identifican la sincronía cósmica de los acontecimientos en el mundo exterior que reflejan los del mundo interior. Todas las técnicas astrológicas son capaces de sincronizar el tiempo en ambos mundos, sin embargo las progresiones secundarias utilizan de forma única un orden de tiempo para dar significado a otro.
Las Progresiones Secundarias empiezan como una “huella cósmica” de un día después del nacimiento, son una metáfora del primer año de vida, el segundo día después del nacimiento simboliza el segundo año de vida y así sucesivamente. Esta técnica ha demostrado ser una herramienta valiosa para contemplar la situación actual de nuestra psique, o lo que Brian identifica como el diario del alma.
Las progresiones secundarias son como las impresiones del alma que tienen su propio momento único. Si bien la mayoría de los otros métodos astrológicos generalmente vinculan los eventos externos con el tiempo, las progresiones secundarias nos invitan a participar con cualidades imaginativas y conmovedoras del tiempo.
Las progresiones secundarias nos animan a deconstruir nuestra inclinación a comprender el tiempo a través de los eventos.
Progresiones secundarias y psique
Las progresiones secundarias son la recreación de un tiempo anterior previamente impreso en la psique; cualquier año de la vida en un horóscopo progresado es una reexperiencia de las mismas energías planetarias y aspectos que ocurrieron poco después del nacimiento.
Un ejercicio interesante es fotocopiar las páginas relevantes de efemérides; comienza con el mes de nacimiento y los siguientes tres meses. Solo estas tres o cuatro páginas de efemérides representan las secundarias de tu vida.
Estudia estas páginas: ¿cuándo cambió el Sol de signo por primera vez después del nacimiento, cuándo fue la primera Luna Nueva, qué planeta fue el primero en cambiar de dirección, cuál fue el primer aspecto que hizo la Luna …?
Debido a que las progresiones secundarias pueden ser inciertas e inarticuladas, y así me lo han transmitido todos los astrólogos con los que he trabajado o estudiado, uso solamente los tres elementos importante y más fiables: la Luna, el Sol y su ciclo de lunaciones. También te invito a trabajar de esta manera porque los resultados suelen ser más positivos.
Especialmente realiza un seguimiento de tu Luna progresada desde el nacimiento, centrándote en su movimiento a través de las casas y sus oposiciones a las edades de 13 a 14, 41, 68 a 69 y sus retornos a las edades de 27 a 28, 55 a 56 y 82 a 83.
Trabajando con la Luna progresada puedes descubrir el contenido del archivo profundo que contiene.
El Sol progresado
El Sol progresado representa el fortalecimiento del ego, el desarrollo de la tolerancia y la iluminación del yo en toda su ambigüedad. Sus aspectos repetitivos se pueden rastrear a lo largo de toda la vida, mientras que su progresión hacia el siguiente signo es siempre un cambio potente en el autodesarrollo.
Y, finalmente, el Ciclo de Lunación progresada personifica uno de los ciclos más sobresalientes de la astrología: 30 años del ciclo vital incluidos en un periodo de 8 fases.
La Luna progresada
Como símbolo de madurez emocional, la Luna progresada personifica nuestras reacciones emocionales y las respuestas sentimentales. Todo lo que hemos sentido, deseado, probado y cómo hemos reaccionado queda registrado, luego es recordado y reactivado por la Luna a medida que avanza en el horóscopo.
A medida que progresa a través de la misma casa y signo de la misma polaridad o aspecta un planeta, los aspectos fragmentados del yo se evocan y volvemos a recordarlos.
Como ciclo, mide las fases de la vida familiar, desde el nacimiento de los hermanos hasta la adolescencia, dejando el hogar en la edad adulta, la vejez y hasta el momento de la muerte. La Luna progresada revela fases en el sistema familiar y cambios en los vínculos emocionales. La memoria sensorial también se almacena en el cuerpo, en las glándulas suprarrenales u olfativas, la tensión en los músculos, alergias y enfermedades; por lo tanto, la Luna progresada se sincroniza con los síntomas corporales, un recordatorio psicosomático de las raíces emocionales de nuestras dolencias.
El cuerpo recuerda, también lo hace la mente. Las respuestas lunares primarias también se vuelven conscientes a través de hábitos alimenticios, estados de ánimo cambiantes, ansiedades, obsesiones y rituales. Rastrear las huellas de la Luna progresada a menudo revela los orígenes y los desencadenantes de estos estados emotivos.
La madurez emocional está marcada por la finalización de su primera revolución a los 27 años. Para entonces, cada experiencia emocional disponible para nosotros está registrada.
Su segundo viaje a través del horóscopo (27.3 – 54.6 años) es la fase de la vida adulta, cuando se forman nuevos vínculos emocionales y personales. Durante este segundo ciclo de la Luna progresada, se atraviesa el mismo territorio astrológico, pero ya no es un territorio virgen. La Luna progresada ahora actúa como un agente de liberación, aflorando complejos enterrados, sentimientos tabú y recuerdos reprimidos para que se sientan nuevamente y encuentren algo de reconocimiento y aceptación.
El tercer circuito de la Luna progresada (de 54,6 a 82 años de edad) nos inicia en la fase más antigua de la vida simbolizada por la mujer sabia, la abuela, el anciano tribal y la vieja. Las experiencias emocionales están más ancladas y dirigidas, son menos reactivas e instintivas. Nuestras actitudes emocionales pueden integrarse y entenderse mejorando nuestra comunidad.
Cuando la Luna progresada entra en una nueva casa, evoca los complejos y los problemas dentro de esa esfera, generalmente simbolizados por los planetas en esa casa.
La casa en la que la Luna está progresando es un indicador personal de nuestro entorno y terreno emocional para los próximos años. Su progresión a través de las casas sugiere qué áreas de nuestra vida necesitan atención y preocupación emocional. A medida que la Luna avanza desde la 12ª casa de los finales hasta la 1ª casa de la vida, el viejo ciclo se vacía y el nuevo se coloca en capas sobre esto. En general, este pasaje se sincroniza con un sentimiento de salida, una línea de cambio emocional e imágenes de nuevos comienzos.
A medida que la Luna progresada avanza a través del horóscopo, podemos identificar qué áreas de nuestra vida son importantes durante este período y dónde debe estar nuestro enfoque emocional y nuestra seguridad. A medida que la Luna avanza, las casas son el paisaje psíquico donde clasificamos viejos hábitos, sentimientos y reacciones, y construimos emocionalmente nuevas formas de seguridad.
Usando un orbe de un grado, la Luna progresada permanecerá en aspecto a un planeta durante casi dos meses. Cuando trabajes con los aspectos de la Luna progresada, ten en cuenta sus aspectos natales. Cuando la Luna progresada entra en contacto con un planeta que tiene su aspecto natural, puede ser el momento de abordar algunos de los impulsos inconscientes que subyacen en el arquetipo planetario, ya que los complejos, los sentimientos o los estados de ánimo pueden surgir durante este período de emociones intensas.
Las Tres Fases de la Luna Progresada
Las tres fases de la Luna progresada
El Sol Progresado: la Luz que brilla en la Sombra
El Sol Progresado simboliza nuestra creciente conciencia de nosotros mismos y del mundo en general.
A medida que el Sol avanza a través del zodíaco, crea tolerancia a través de la conciencia de las diferencias. Una imagen simple es la progresión del Sol hacia el siguiente signo. Este elemento está en desacuerdo con el signo solar, pero a través de la progresión nos hacemos conscientes de una nueva forma de ser. Esto no sugiere que cambiemos, pero sí sugiere que expandamos naturalmente nuestra conciencia de las diferencias.
Como el dador de la luz, el Sol ilumina cualquier planeta que se refleje por progresión. Cuando el sol brilla, revela sombras; de manera similar, el Sol progresado arroja luz sobre la oscuridad interna. A medida que avanza hacia el siguiente signo, podemos arrojar más luz sobre nuestra propia sombra. Cuando se trata de planetas natales, se nos desafía a ser más conscientes de las facetas más profundas de nuestra naturaleza.
El ciclo de lunación progresada: las fases del alma en la vida
El ciclo de lunación progresada mide los aspectos evolutivos entre el Sol progresado y la Luna progresada después del nacimiento. El intervalo de Luna Nueva a Luna Nueva es de 29 días y medio; o en el tiempo que marcan las secundarias corresponde a 29 años y medio. Durante este ciclo, la Luna progresada hace todos los aspectos posibles con el Sol progresado.
A los 29 años y medio, el Sol progresado y la Luna progresada vuelven a la misma relación angular que al nacer, pero esta vez tanto el Sol como la Luna han progresado un signo zodiacal hacia adelante. El ciclo de la lunación progresada traza un ciclo de desarrollo de 8 fases que es un telón de fondo profundo y lleno de sentido para nuestras vidas.
El Ascendente progresado
Un añadido importante a esta trilogía es el estudio del Ascendente progresado, especialmente relevante para la rectificación de cartas y para constatar acontecimientos que hayan sucedido en las primeras etapas de nuestra vida o en nuestra juventud.
Los planetas ubicados en la Casa I tienen un tratamiento interpretativo especial.
Los planetas aquí situados serán de extrema utilidad para corregir en ascendente durante las progresiones. Determinan fuertes sucesos en la vida de cada individuo provocando nuevos cambios en la conducta y el carácter de cada persona. Los planetas de esta casa indican los condicionantes más importantes o los obstáculos que deberá salvar en la época de formación del carácter, determinando el comportamiento futuro y su respuesta ante el medio.
Cualquier planeta en este sector indica un año especial en la vida de una persona, nos hablará de acontecimientos importantes.
El Ascendente progresado sobre el Sol en la primera casa, señala un año especialmente brillante, se trata de una época en la que se produce un fuerte incremento del prestigio personal. Marca de tal manera a la persona, que toda su vida va a mantener pautas de comportamiento adquiridas durante ese periodo. Tradicionalmente se considera como un año de mejoras y de aumento de la confianza en uno mismo.
En las mujeres es índice del inicio de relaciones duraderas, señala la entrada en su vida del hombre con el que puede vivir muchos años.
El Ascendente progresado sobre la Luna en la primera casa es uno de los puntos más eficaces y concretos a la hora de rectificar una carta. Puede indicar un cambio de residencia, incluso de ciudad o pueblo. En todo caso siempre se localizan acontecimientos que incumben a toda la familia.
También se pueden suceder viajes largos o largas estancias en otros lugares distantes del habitual. La Luna con aspectos desafiantes puede indicar problemas digestivos o de obesidad.
Funciona durante todo el año en que el Ascendente se encuentra a menos de un grado de la posición de la Luna natal. Durante este año la persona experimentará intensas reacciones emocionales ante los sucesos que ocurren en el mundo que le rodea.
El Ascendente progresado sobre Mercurio en la primera casa se activa de manera determinante el año en que el ascendente progresa sobre él. Ese año puede adquirirse una nueva habilidad, una destreza especial que marcará su carácter. Puede suponer el inicio de estudios. Si está en edad escolar o de estudio, suele coincidir con un cambio de escuela, de clase y de compañeros de estudios.
La progresión del ascendente sobre Venus es también muy útil, sobre todo porque el año de la progresión se van a manifestar las debilidades congénitas del individuo.
La progresión del Ascendente sobre Marte suele coincidir con situaciones de «lucha por la conservación», tanto social como física. Puede significar un fuerte desarrollo muscular, es un periodo de mucho vigor. En algunos casos corresponde con el primer orgasmo, en otros el individuo se ve forzado a usar la fuerza bruta y suele vivir intensos momentos de excitación o de irritación.
Cuando se encuentra tensionado por aspectos difíciles (mal estado cósmico en la astrología tradicional), puede relacionarse con operaciones quirúrgicas, heridas, quemaduras, accidentes o lesiones que obligan a guardar cama.
En este punto voy a hablar de mi propia experiencia y de cómo el astrólogo Tito Maciá me enseñó a usar esta técnica y corrigió mi ascendente.
En el interior encontramos las posiciones natales, en el exterior las progresadas. Aquí vemos cómo Marte se situaba en el nacimiento a 6 grados del Ascendente. En este caso, con la carta ya rectificada, a los 6 años de edad sufrí un accidente de coche, que aunque no fue grave si supuso un trauma y una experiencia intensa. El Ascendente se encontraba progresado a 22º 18 de Leo (Marte a 22º 19 de Leo). Previamente tenía el Ascendente a 15º 31 de Leo (hora de nacimiento 1:15; rectificando la situé en 1:20).
El Ascendente progresado sobre Júpiter indica un periodo lleno de situaciones de crecimiento acelerado y de exteriorización. Pueden aparecer privilegios, de tipo social o físico. Puede indicar obesidad transitoria aunque notable y el año que se realizan largos viajes, los primeros desplazamientos hacia lugares desconocidos. Evidencia e indica situaciones de «mucho», de «cantidad».
El Ascendente progresado sobre Saturno puede indicar un periodo en el que el cuerpo se deja notar y obliga al sujeto a responsabilizarse de su salud. Aparece en su carácter un nuevo sentido de responsabilidad y paternalismo.
El Ascendente progresado sobre Urano puede indicar una época en la que se hace evidente una anomalía original de diversa índole. Urano es imprevisible, lo que denota una originalidad evolutiva. Puede resultar en una época de separación de la familia, una independización.
También un fuerte impulso hacia la aventura, una «escapada»; una alteración notable o una cambio de manera de vivir, «un cambio de piel». También puede coincidir con el primer viaje aéreo. Las mujeres pueden realizar esta escapada a través de una relación duradera.
El Ascendente progresado sobre Neptuno suele coincidir con el ingreso en alguna asociación o la toma de contacto con un idealismo colectivo o el inicio de un hábito como fumar, beber alcohol…
Suele indicar la vivencia de situaciones extremas.
El Ascendente progresado sobre Plutón puede indicar una época en la que las defensas orgánicas entran en máxima alerta y acción (acompañada de una lección inolvidable). Una época en la que se produce una eclosión de lo erótico y seguramente un nuevo sentimiento de lo colectivo con el resto de la naturaleza, emergiendo el espíritu ecológico.
Cuando no hay planetas en las casas I y XII, se pueden usar los planetas de Casa IV y VII, y en caso de no haber planetas en ninguno de estos lugares, se pueden usar los de las casas III, VI, IX y X, buscando las progresiones por cuadratura.
Conclusión
Las palabras no son tan efectivas como la experiencia, por lo que te invito a experimentar con tus secundarias, no desde una perspectiva literal u objetiva, sino desde una perspectiva imaginaria y conmovedora. Ahí es cuando aparece el arte de la técnica.
Corresponden a un reflejo interior, de ahí la denominación de diario del alma.
Hay que estudiar todas las tendencias e implicaciones del año, teniendo presente que se trata de un año de nuestra vida, por lo que resulta conveniente que iniciemos un diario y anotemos todo los acontecimientos que podamos. Al final del año es el momento de comprobar lo que ha ocurrido realmente.
Es una forma de trabajar con uno mismo y aprender a la vez astrología.
Al mantener un diario de los hechos más significativos, nos estamos preparando una ayuda para el futuro.
Una vez más aconsejo que evites la consulta diaria de la carta, pues de esa forma se pierde la adecuada perspectiva del conjunto, consiguiendo que las pequeñas anécdotas cotidianas nos aparten de las principales tendencias del año.
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