Una entusiasta conjunción Luna-Júpiter en Sagitario nos inspira este Jueves a abandonar la cama y comernos el mundo. Ahora bien, todavía no debemos embarcarnos en ningún viaje importante, ya que nos encontramos con la inmovilidad de Mercurio en Escorpio (abandona su movimiento retrógrado) y la Luna Nueva en Sagitario no alcanza su punto álgido hasta la noche-madrugada.
Dicho esto, podemos sacar partido de las influencias planetarias que acontecen durante este día de Luna Nueva para así clarificar cuáles van a ser nuestros próximos movimientos. El mayor punto de lucidez con el que nos vamos a encontrar llega con los desafíos que envuelven a la Luna: en primer lugar una desvitalizante cuadratura entre la Luna y Marte puede dejarnos confundidos sobre lo que realmente queremos; seguidamente, una mística cuadratura Luna-Neptuno nos invita a usar nuestra intuición en vez de confiar en la experiencia pasada; finalmente, una egocéntrica sesquicuadratura de la Luna hacia Urano asegura que no establezcamos nada que no nos resulte auténtico.
La inspiradora Luna Nueva está en conjunción con la estrella fija “Sarin” (Sagitario 15º). Se dice que esta estrella nos ayuda a alcanzar nuestro potencial más alto, e indica que el nuevo ciclo lunar jugará un papel vital en nuestro crecimiento evolutivo.
Luna Nueva en Sagitario
La Luna nueva en Sagitario del 7 de diciembre de 2018 eleva nuestras aspiraciones y objetivos, dirigiéndonos hacia grandes alturas espirituales, un detalle que puede pasar por alto en medio del alboroto comercial que precede al período festivo de fin de año. Este año, Júpiter, el planeta que gobierna Sagitario, está en este mismo signo, además, se encuentra cerca del Sol y la Luna, flotando a su alrededor como si de un ángel guardián se tratase.
El mundo, concretamente en sus partes más dañadas, necesita con toda seguridad un ángel que lo proteja. A veces, cuando una parte se encuentra herida, es fácil no salir del estigma entre el “bueno” y el “malo”. Pero muchas situaciones no son sólo blanco o negro aunque a primera vista parezca lo contrario. Esto está particularmente subrayado con la Luna Nueva en cuadratura con el planeta Neptuno, el cual es famoso por sus brumosas y borrosas cualidades. Neptuno lo coloca todo en un foco suave, donde las definiciones no son claras u obvias.
Pero éste también es el planeta de la compasión, ayudándonos a ver el terreno común. Con Neptuno en Piscis, el imaginario oceánico se acentúa. Es posible que veamos más unión con el mar, subrayando el énfasis hacia la necesidad de apoyar los esfuerzos humanitarios globales. Sin embargo, los resultados solo pueden aparecer después de una lucha, como lo sugiere la cuadratura de Neptuno con la Luna Nueva y su estrecha conjunción con Marte, el planeta guerrero. La energía de Marte a menudo origina peleas, a través de grandes provocaciones. Un mal día, también puede terminar en una, tal vez con una “flecha envenenada”. Aunque si tenemos suerte, el ardiente Marte puede encontrarse con un amortiguador, ya que se encuentra en un restrictivo Piscis.
Ahora bien, una influencia restrictiva puede provocar frustración. ¿Quién quiere presenciar sus valerosos y gloriosos intentos arruinados? Especialmente, aquellos con proyectos dirigidos hacia el mejor resultado para uno mismo.
Sin embargo, si nuestro esfuerzo resulta convertirse en fracaso, haríamos bien en recordar el lado compasivo de Neptuno y observar cómo el resultado no planificado puede ser beneficioso. Por ejemplo, puede proveernos, indirectamente, de una oportunidad para acercarnos hacia el resto de personas en vez de concentrarnos únicamente en un resultado específico.
El asteroide Palas Atenea se encuentra con la Luna Nueva (sextil) y la conjunción Marte-Neptuno (quincuncio), lo que sugiere una necesidad adicional de comprometerse con energías creativas en lugar de destructivas. “Construir la casa por el tejado” no parece una buena idea, esta conjunción nos ayuda a comprender que disfrutaremos más y será más placentero, ir poco a poco y empezar por los cimientos, construyendo la casa de nuestros sueños. Esto también puede significar la conservación de una energía preciosa, que podemos utilizar de manera más productiva en todos los aspectos.
Para utilizar la energía del luchador Marte de una manera divertida y satisfactoria, podríamos involucrarnos más en los deportes acuáticos, como disfrutar de un paseo en moto de agua o surfeando. La expresión creativa de esta poderosa energía emocional también se puede encontrar en las artes visuales, la poesía y la música, ¡o incluso en la cocina, preparando cualquier tipo de delicioso plato!
Durante esta lunación, Júpiter, Neptuno y Saturno están localizados en los signos que gobiernan dándonos una mayor sensación de fuerza y prominencia. Mientras Júpiter y Neptuno aparecen como fuertes guardianes del Sol, la Luna y Marte, echándoles un ojo a cada uno de ellos, Saturno se mantiene prácticamente solo, excepto por un séxtil con el planeta enano Ceres (en Escorpio) y otro sextil un poco más flojo hacia Marte. Saturno es como la boya de advertencia en el alborotado mar, advirtiendo sobre los peligros ocultos.
Independientemente de lo que creamos que podemos asumir, debemos corroborar que estamos correctamente preparados para afrontar las condiciones que devengan en este mar agitado que muchas veces nos supone la vida. Vida que, por supuesto, nos obliga a asumir riesgos de vez en cuando, aventurándonos hacia el progreso (o retroceso). Sea como fuere siempre que tengamos experiencia y unas habilidades sólidas a las que recurrir, serán garantía de un apoyo adicional y mayor credibilidad para un resultado seguro y exitoso.
De la misma forma la conjunción de Marte-Neptuno también suena a una especie de “guerra contra paz”; podemos armarnos a la batalla o disfrutar de un remanso de paz. Ninguno de los enfoques será incorrecto, simplemente debemos elegir lo que mejor case con las circunstancias.
En caso de duda, sin embargo, podemos mirar a Júpiter en Sagitario, como co-gobernante de Piscis, hacia la búsqueda del objetivo más alto. La espiritualidad puede conducirnos lejos de todo. El punto principal es que nuestras intenciones sean puras y confiemos en ellas.