Esta Luna Nueva del 20 de marzo de 2015 se forma durante la 7ª cuadratura Urano Plutón y marca un punto de inflexión importante.
Piscis es el último signo en el zodiaco, representando el fin de una jornada espiritual – reunión consciente con la Fuente. Del alfa al omega, del polvo al polvo, somos exploradores heroicos del Cosmos, eternamente emergiendo y volviendo, olvidando y recordando quienes somos en realidad, a medida que añadimos nuestra experiencia a la gran base de datos en el cielo.
Piscis es un signo de agua representado por dos peces nadando en direcciones opuestas, reconociendo su objetivo evolutivo de unificar todas las dualidades. En Piscis, descubrimos que cada uno de nosotros es como una gota de agua: aparentando ser individuales pero, de hecho, indivisibles del océano de la creación. Descubrimos que somos onda y partícula, corpóreos y espirituales, temporales y eternos. Nos damos cuenta de lo que los místicos han dicho durante milenios y los físicos ahora saben: que todo es energía, todo está conectado, y todo está en cambio continuo.
Esta Luna Nueva es un eclipse solar total, el cual será visible principalmente desde las regiones del norte de Europa y el Ártico. Los eclipses solares son Lunas Nuevas más poderosas de lo común: momentos para clarificar y reafirmar nuestros mayores objetivos. Los eclipses afectan al campo electromagnético de la Tierra y sus habitantes. A medida que la Luna se mueve a lo largo de su órbita, experimentamos liberación y re calibración – la eliminación de viejos códigos y la descarga de nueva programación. Ocurriendo en el último grado de el último signo del zodíaco, este eclipse expande las puertas de la percepción, ofreciendo conocimientos profundos si nos encontramos en un estado tranquilo y perceptivo. Este es un día maravilloso para la meditación, pasar tiempo junto a la naturaleza, perseguir las metas artísticas, y cualquier cosa que reduzca el volumen en nuestra vida exterior.
Muchos otros factores añaden al poder espiritual de esta Luna Nueva. Neptuno, Mercurio, y Quirón también residen en Piscis, amplificando el mensaje cósmico de dejar atrás el pensamiento lineal del lado izquierdo de nuestro cerebro, y atender a lo que nuestra intuición y corazón nos dicten. Esta Luna Nueva también se encuentra en conjunción muy cercana a la estrella fija Scheat en 29º28’ Piscis. Scheat es la beta, o segunda estrella más brillante de la constelación Pegaso.
En la mitología, Pegaso, el caballo alado, es progenie de Neptuno y Medusa, y tiene acceso tanto al Cielo como a la Tierra, simbolizando un puente entre mundos. La conjunción de Scheat con este eclipse actúa como un portal estelar para los mensajes de nuestro yo elevado, y facilita nuestra habilidad de recabar y compartir información de los reinos espirituales. Unas 13 horas tras esta Luna Nueva, el Sol entra en Aries, marcando el primer equinoccio del año. Durante los días previos, el equinoccio, y los días posteriores, el alineamiento del Sol con el ecuador de la Tierra genera una reducción en el campo magnético de la Tierra, permitiéndonos acceder a las dimensiones superiores con mayor facilidad. Los puntos de equinoccio y solsticio son portales de energía y momentos extra potentes para marcar nuestras intenciones y participar en ceremonias, rituales y oraciones.
Esta Luna Nueva nos induce a recordar y completar nuestra misión: “A través de toda la confusión en el gran mercado de la vida, ¿has vivido la vida sembrado en ti mismo, en ti misma? Entre los cambios de fortuna, ¿encontraste el hilo del destino que te guía? ¿Te volviste lo suficientemente extraño, y finalmente suficientemente sabio para ser tu mismo?
(Michael Meade)