Los eclipses son ciclos lunares más potentes que a los que estamos acostumbrados y significan cambios acelerados, crecimiento, y a menudo catalizan finales y comienzos importantes. Ocurren cada seis meses, generalmente en parejas, pero ocasionalmente en grupos de tres, como es el caso este verano.
El eclipse solar parcial en Cáncer será seguido por un eclipse lunar y luego por otro eclipse solar.
A medida que entramos en este período prolongado de potencial agitación e intensidad emocional, podemos trabajar con las energías del primer eclipse para que caigan, de forma más intensa, en una sensación sentida de hogar: en nuestros cuerpos y en el planeta.
Cáncer, gobernado por la Luna, es el signo del hogar, la familia, las raíces y la base. Cáncer representa nuestro hogar físico, así como nuestro primer hogar, el útero de nuestra madre, pero en el sentido más universal; también se refiere al cuerpo como el hogar del espíritu. Para hacer el trabajo de nuestra alma en la Tierra, debemos habitar plenamente nuestros cuerpos.
Este eclipse de Cáncer nos invita a nutrirnos y cuidarnos de maneras muy diversas buscando aumentar nuestra sensación interna de hogar. Cáncer busca seguridad y, en última instancia, la única seguridad verdadera se encuentra en el interior, una vez que nuestro ser superior está enraizado en nuestro ser físico.
Un gran trígono en el elemento tierra – Saturno en Capricornio, Urano y Juno en Tauro, y Venus y Ceres en Virgo – nos ayuda a profundizar un poco más en nuestro planeta de origen. Activa el poder de este trígono pasando tiempo en la naturaleza, descalzo en el suelo, enviando amor y gratitud a la Tierra.
Cáncer gobierna el reino acuoso de las emociones profundas, por lo que una mayor sensibilidad y percepción son posibles, a medida que los sentimientos reprimidos suben a la superficie.
Podemos tomar conciencia de lo que ya no nos nutre o nos respalda, o de lo que ya no nos importa realmente. Al permitirnos sentir lo que surge, podemos purgar el pasado y crear espacio para lo nuevo.
Mientras que Cáncer tiende a aferrarse al pasado y resistir el cambio, los eclipses tratan de entrar en un territorio desconocido y de estirarse fuera de nuestra zona de confort.
El desafío es permanecer abiertos a los sentimientos intensos, dejarlos moverse a través de nosotros y usarlos como combustible para el cambio.
La casa en tu carta natal que contiene 20° Cáncer apunta a las áreas de la vida que no sirven para tu máximo bienestar y que ahora están listas para ser liberadas, dando paso a un renacimiento.
Un eclipse saca a la luz lo que se ha ocultado, y la casa activada por el eclipse muestra dónde se revelará la verdad a través de nuestros sentimientos e intuiciones. Si tienes puntos significativos o planetas cerca del grado del eclipse, estos cambios se manifestarán de manera más dramática.
Los eclipses a menudo despiertan temas y problemas que estuvieron activos durante el conjunto anterior de eclipses, en este caso, el eclipse lunar de Leo el 31 de enero y el eclipse solar de Acuario el 15 de febrero.
Amplificando el potencial de transformación y la carga emocional de esta ciclo lunar, el Sol y la Luna se oponen con precisión a Plutón a 20 ° de Capricornio. El Plutón del Inframundo revela nuestras sombras, y su interacción con este eclipse de Cáncer trae conciencia a las distorsiones y disfunciones en las dinámicas familiares y las relaciones íntimas.
Podemos despertar y visualizar las maneras en las que nos cerramos a la ayuda y atención de los demás. Es decir, ser conscientes sobre los hábitos de hipersensibilidad e hiper-personalización de lo que realmente no nos concierne o, en el extremo opuesto, cerrar nuestros corazones y retirarnos a nuestros caparazones dejando a los demás completamente de lado.
La buena noticia es que hay mucho poder disponible en este ciclo para cambiar y liberar patrones emocionales profundamente arraigados.
El eclipse de Cáncer entra en trígono con Júpiter en Escorpio y con Neptuno en Piscis, una potente activación de los tres signos de agua que apunta al mayor potencial de este ciclo lunar.
La adición de Cáncer al trígono Júpiter-Neptuno aporta un impulso que nos invita a tomar la iniciativa para hacernos cargo y aprovechar el poder de la imaginación.
«En el escenario más redentor, recordamos y comprometemos nuestros poderes imaginativos de una manera feroz y práctica. Aprovechamos el poder de crear y manejar el símbolo y la historia como herramientas de transformación profunda y sana. Inspiramos una visión funcional para nosotros y nuestro mundo «. (Elizabeth Russell)