Un eclipse lunar es una Luna Llena extra potente que ofrece una oportunidad para cambiar significativamente la realidad. Acuario es el último de los signos de aire (mentales), la mente grupal a través de la cual todos estamos conectados y a la que todos contribuimos, consciente o inconscientemente. Esta amplificación del elemento aire puede hacernos conscientes de cómo estamos usando nuestras mentes, al tiempo que apoyamos el borrado de viejas creencias y patrones de pensamiento que disminuyen nuestra luz.
El Sol, Marte y el Nodo Norte en Leo despiertan nuestro poder creativo y animan nuestra participación activa en la formación del sueño colectivo de la vida a través de nuestros pensamientos e intenciones.
Pallas Atenea en Tauro – la diosa guerrera en servicio a la Tierra – juega un papel principal en este eclipse, cuadrando a la Luna, al Sol y a Marte. Pallas también forma parte de un gran trígono terrestre con Mercurio y Vesta en Virgo y Plutón en Capricornio.
Eclipse de Luna llena en Acuario: la reaparición del eco-guerrero
El eclipse despierta el espíritu del eco-guerrero en la mente colectiva, y abre las puertas a soluciones creativas a las crisis ambientales. Pallas es también la diosa de la sabiduría y, en Tauro, significa la sabiduría de la Tierra y de nuestros propios cuerpos.
Tómate el tiempo necesario durante este eclipse para comunicarte con la naturaleza y escuchar mensajes de plantas y animales.
El eje Leo-Acuario destaca la relación entre lo individual y lo colectivo, y cómo su único rayo de luz contribuye a la evolución de la humanidad. La Luna Llena de Acuario realiza un trígono a Júpiter en Libra, amplificando los dones de objetividad y espacialidad del elemento aire, apoyándote para ganar una perspectiva más alta en tu camino y visión para el futuro.
El Nodo Norte en Leo nos recuerda que lo que más necesita el mundo es nuestra vivacidad. Estamos llamados a movernos hacia lo que nos ilumina en lugar de lo que pensamos que debemos hacer para encajar o ser aceptados por otros.
En un eclipse lunar, los acontecimientos del pasado llegan a su fin. Saturno y Urano, los co-regentes de Acuario, se encuentran retrógrados, junto con Quirón, Neptuno y Plutón, además de Mercurio. La prominencia de los planetas retrógrados llama la atención hacia el pasado. Los acontecimientos y las personas de nuestro pasado pueden resurgir, alertándonos de la necesidad de curación y terminación para liberar energía para futuras creaciones.
Este es un tiempo para desarrollar un trabajo interior profundo en preparación para seguir adelante. Saturno retrógrado en Sagitario recomienda revisar y reescribir las creencias subyacentes y las historias que estructuran nuestra realidad.
Los temas del eclipse de revelar nuestras sombras y de dejar ir lo que hemos superado se reflejan y se refuerzan por la tercera y última cuadratura entre Júpiter y Plutón (exacta el 4 de agosto). Podría ser útil mirar hacia atrás para ver lo que estaba sucediendo durante las dos primeras cuadraturas, en noviembre de 2016 y marzo de 2017. Júpiter-Plutón puede aumentar la unidad y la ambición, inspirándonos hacia una expansión importante que pone a prueba nuestra fe y a menudo requiere cambios profundos.
Con Júpiter en Libra y Plutón en Capricornio, las relaciones y el trabajo -y el equilibrio entre los dos- han estado especialmente maduros para el crecimiento y la transformación.
Podemos ver los resultados de nuestro crecimiento en este eclipse, y tomar conciencia de la necesidad de deshacernos de otra capa de nuestro viejo yo.