La temática de los aspectos en astrología y su resultado
Existen dos vías principales para comprender la temática de los aspectos. La primera se fundamenta en el simbolismo de todos los números; la segunda se basa en la correspondencia con las casas o los signos astrológicos.
División del círculo zodiacal por números enteros
Partiendo de este método, la temática de los aspectos se deriva de la simbología de los números, la cual es necesaria para dividir el círculo de 360 grados de tal manera que aparezca el aspecto correspondiente. Así, de la división por 1 resulta la conjunción, de la división por 2 la oposición, de la división por 3 el trígono, de la división por 4 la cuadratura, de la división por 5 el quintil, de la división por 6 el sextil, etc.
Este enfoque se remonta a Pitágoras y fue desarrollado y continuado por Johannes Kepler. En los tiempos más recientes, el inglés John Addey, basándose en las investigaciones estadísticas de miles de mapas natales, ha demostrado que el significado de los aspectos está relacionado con la conocida simbología esotérica de los números. En su obra Los armónicos en astrología demostró que la astrología se fundamenta en la numerología.
El libro de John Addey Harmonics in Astrology (1976) figura entre los diez más importantes escritos sobre astrología en el siglo XX en la lista confeccionada por The Astrological Journal. A pesar de los 35 años transcurridos desde su primera edición en inglés, todavía ninguna editorial se ha decidido a publicar una versión en español de este trabajo tan decisivo. Por esta razón, en el entorno de habla hispana Addey es poco conocido y casi siempre sólo a través de resúmenes o referencias indirectas.
Quien pueda leer inglés es absolutamente recomendable su lectura: Harmonics in Astrology
Según ésta, la división por 1 significa la unidad indivisible desconocedora de toda diferenciación, la división por 2 responde a la aparición de la dualidad y a la separación entre sujeto y objeto. La división por 3 simboliza la necesaria síntesis en un tercero —como vemos en la dialéctica— después de la escisión entre sujeto y objeto.
El número 4 —duplicación del 2— está asociado al tema de la materia y de la cruz. Aquí se localizan nuestro apego al mundo material y la posibilidad de superar este condicionamiento. La cifra 5 está conectada con la creatividad, con el proyecto de una obra creativa, la cual no tomará forma concreta sin el trabajo y el esfuerzo correspondientes. El número 6 contiene la unión del 2 y del 3 (2 X 3) y lo asociamos al trabajar mentalmente (3) los conocidos opuestos (2).
Conforme a esta concordancia, es posible continuar con este orden numérico y definir el significado de los aspectos que no asignamos al orden habitual.
La temática de los aspectos en astrología y su resultado
El método de las correspondencias de los aspectos con las casas
Para deducir las correspondientes analogías, partimos del ascendente. Por consiguiente, la conjunción es un «aspecto-casa primera» y tiene que ver con el yo y con el modo en que expresamos nuestros componentes subjetivos. Apenas existe distancia entre el pensamiento y la acción. Asimismo, la conjunción presenta analogías con el signo de Aries.
Contando a partir del ascendente, el sextil presenta correspondencias con las casas III y XI, por lo que se refiere a nuestra relación con el entorno, los vecinos y los grupos. Estamos ante un armónico aspecto de aprendizaje. Partiendo del ascendente, la cuadratura nos conduce a las casas IV y X. Así, la tarea de este aspecto es superar el pasado (casa IV) y desarrollar nuestro yo en el marco de la realidad exterior y de la sociedad (casa X).
Siguiendo con nuestro método de analogías y de contar a del ascendente, observamos que el trígono se relaciona con las casas V y IX. Por tanto, se trata de un creativo fluir de las energías, las cuales expresan espontáneamente nuestro yo. Crecemos y ampliamos nuestro ámbito de influencias sin topar con obstáculos externos. La oposición está conectada con la casa VIL Aquí nos encontramos ante el comportamiento de nuestro yo respecto al tú y, generalizando, respecto a nuestro prójimo. Con la oposición abordamos el conflicto entre nuestra esfera personal y el mundo exterior; se trata de un conflicto que nos acompaña, pues vivimos personalmente componentes que nos corresponden y proyectamos en los demás que rechazamos.
Para quienes no puedan leer el inglés y quieran ampliar la información aquí os dejo un trabajo en español sobre los armónicos y su relación con los aspectos astrológicos. Puedes descargarlo aquí:
Armónicos y Aspectos
La rueda del horóscopo es un círculo dividido en 360 grados, y un aspecto es la diferencia angular entre dos planetas situados en esa rueda. Si Marte está en 126 grados y Venus en 186 grados, tenemos una diferencia exacta de 60 grados, es decir, un sextil entre ambos planetas. Pero, ¿qué ocurre si el ángulo entre estos planetas es de 58 o de 62 grados? ¿Tenemos todavía un sextil? Y si es así, ¿qué pasa con los 55, 67 o 70 grados? En otras palabras: ¿dónde está el límite?. En esta introducción a los aspectos vamos a estudiar de la conjunción al sextil. En una segunda parte abordaremos el resto.
Chris-Håvard Berge via Compfight
Los aspectos en astrología
La conjunción
El primero de los aspectos, la conjunción, corresponde a la división del círculo por uno (los 360 grados representan cero grados y encontramos a ambos en el mismo punto del zodíaco). La conjunción simboliza la concentración más intensa de dos energías, pues todavía no se ha producido la escisión en opuestos. El número uno significa el comienzo antes de la aparición de la dualidad. Según la naturaleza de los planetas que formen la conjunción, puede tratarse de una unión difícil; es posible que, a causa de sus características, dos planetas en conjunción luchen entre sí y produzcan un aspecto tenso.
Por analogía, la conjunción está relacionada en el sistema de casas con la casa primera o con el signo de Aries. Así, este aspecto nos señala que no se ha producido ninguna escisión entre los dos planetas conjuntados y que, siempre que uno se exterioriza, simultáneamente el otro deja sentir su efecto. Lógicamente, el poseedor de este aspecto no crea una distancia entre ambas energías; en consecuencia, la conjunción no facilita el experimentar y expresar la temática de uno de los dos planetas y el proyectar la del otro en otras personas, lo que sabemos que es típico de la oposición.
La oposición
Produce la dualidad, la separación entre el sujeto y el objeto, sin dar una concienciación de esto en el sentido habitual. Asimismo podemos hablar de una dialéctica que trabaja con tesis y antítesis y, en consecuencia, causa opuestos. Después de tomar conciencia de la tensión de ambos extremos, estos opuestos llaman a una síntesis. A menudo, la oposición nos lleva a identificarnos con un extremo y a proyectar el otro en nuestro prójimo, a quien consideramos enemigo o deseable complemento. Para llegar a la individuación, es decir, a ser personas autónomas y conscientes, hemos de integrar ambos opuestos y acabar con nuestra dependencia respecto al entorno.
El trígono
Se trata de una síntesis y, por tanto, de una disolución de la dualidad que se encarga de hacer fluir libremente las energías. Este aspecto se vive como agradable, relajado y exento de problemas. Podemos descansar en la seguridad con la que nos obsequia el trígono. Por consiguiente, estamos ante un importante apoyo, pero no olvidemos que, si nuestro mapa natal carece de aspectos tensos, el trígono puede llevarnos a la dejadez y a la inercia.
La cuadratura
Aquí se duplica la confrontación que experimentamos en la dualidad. Los conflictos que se nos presentan hemos de superarlos a través del esfuerzo y del trabajo; ambos nos liberan de nuestra cruz. Si aceptamos esos esfuerzo y trabajo, alcanzaremos un mayor grado de conciencia y adquiriremos cualidades, siempre en el marco de los planetas que formen la cuadratura.
Si rechazamos esta confrontación, corremos el peligro de sufrir constantemente a causa de esta cuadratura. En casos extremos, desembocamos en la neurosis y/o en la enfermedad psíquica, las cuales están condicionadas por nuestros aspectos conflictivos no trabajados y obstaculizan o paralizan nuestro crecimiento personal. La mejor forma de solucionar estas dificultades internas consiste en proyectarlas en nuestro entorno con el resultado de que éstas vuelven a nosotros en forma de tareas. Debido a su relación con las casas IV y X la cuadratura es el aspecto que más nos lleva a superarnos.
El quintil
Asociado al número cinco, este aspecto tiene que ver con la creatividad, con las ideas creadoras, con los proyectos (aunque, por cierto, el número 5 no tiene nada que ver con el dar forma a esta fuente o inspiración creativa). Esta cifra representa al artista, al hombre con sus cinco sentidos y puesto en el plan divino para hacer de su vida una obra maestra. El que la persona lleve a la madurez y a la práctica el plan existente no lo decide el aspecto, sino la persona misma. Se trata de la energía creadora que ha de ser despertada. En síntesis, un quintil responde a posibilidades que raras veces se aprovechan de verdad.
El sextil
Representa el agudizamiento de la conciencia. Gracias al sextil, estamos preparados para conocer nuestras situaciones o circunstancias y actuar al respecto. Este aspecto se forma con la cifra 2 —la cual como oposición significa el reconocimiento de los opuestos— y con el número 3, que se asocia al estímulo mental y a la capacidad para armonizar. Por consiguiente, el sextil exige de nosotros el reconocer y el actuar. No obstante, esta actuación se realiza sin esfuerzo, como corresponde a su componente, el número 3. Así, estamos ante un aspecto armónico que, al contrario del trígono —éste nos permite permanecer pasivos— exige iniciativa de nosotros. La correspondencia con el sistema de casas nos lleva a las casas III y XI y a los planetas Mercurio y Urano, lo que significa flexibilidad, contactos sociales y aprendizaje de nueva información.
El semisextil
Se trata de un aspecto débil, pero, de todos modos, algo más dificultoso que el sextil. Corresponde a la división del círculo zodiacal en doce partes, por lo que, en comparación con el sextil, añade una doble división (4 x 3). La tarea del semisextil consiste en descubrir lo que hace diferentes las cosas. Hay que reconocer la materia en el marco de su polaridad antes de poder pasar a lo creativo (el número 3). Conforme a la correspondencia del sistema de casas, este aspecto nos conduce a las casas XII o II, esferas muy diferentes de la casa primera.
Los aspectos astrológicos
El quincuncio
Surge de dividir el círculo zodiacal por doce (4 x 3) y de multiplicarlo por cinco. De este modo, multiplicamos el aspecto de 30 grados —el semisextil— con el libre albedrío del acto creativo (el número 5). En este sentido, nos hallamos ante la combinación del descubrimiento o reconocimiento trabajado y la libertad de la decisión creadora (número 5).
La misión de este aspecto es la siguiente: según nuestro nivel de conciencia, hemos de decidir libre y personalmente si unimos o no los planetas que presentan este aspecto de quincuncio; nadie nos obliga, somos libres para escoger; pero, si no aprovechamos esta libertad de elección, retrocedemos, caemos en fase regresiva y lo lamentamos más tarde. Por eso denominamos a este aspecto el ángulo de la decisión, también, el aspecto de la nostalgia. Hemos de tomar la decisión, pues, si no lo hacemos, experimentaremos añoranza de lo que podríamos haber logrado si no hubiéramos desperdiciado nuestra oportunidad. En relación a las analogías con el sistema de casas, el quincuncio se asocia a las domificaciones sexta y octava. La casa VIII responde a una crisis del yo que debe ser superada por medio del trabajo (casa VI) y conducir a una nueva orientación. En el caso de que rechacemos el trabajo (casa VI), retrocedemos a la temática negativa de la casa VIII con el consiguiente efecto de hacernos dependientes del tú y de la sociedad.
La semicuadratura y
la sesquicuadratura
La semicuadratura es el resultado de dividir el círculo zodiacal por ocho. El multiplicar a ésta por tres origina la sesquicuadratura. En comparación con la cuadratura, ambos aspectos presentan otra división por 2. Al operar con una división mayor, se reduce la intensidad del aspecto. Consecuentemente, ni en la semicuadratura ni en la sesquicuadratura podemos ver claramente una llamada al trabajo, al esfuerzo y a la superación de los obstáculos como en el caso de la cuadratura. Así, la semicuadratura presenta un efecto de separación, de ruptura en la estructura, de distorsión en el fluir armónico, pero no siempre somos conscientes de este efecto.
Si no estamos concienciados, la semicuadratura, unida a otros aspectos, puede jugar un papel relevante en el desencadenamiento de los acontecimientos. Todos sabemos que lo que no integramos conscientemente en nosotros mismos se manifiesta en forma de destino o acontecimientos exteriores; por consiguiente, es conveniente enfrentarse con la cuadratura después de realizar un detallado análisis del mapa natal.
La temática de la sesquicuadratura es semejante a la de la semicuadratura, pero aquélla, además de la división por ocho, también incluye la multiplicación por tres; en consecuencia, la sesquicuadratura añade posibilidades de superar la temática de manera mental (el número 3). Naturalmente, esto es sólo viable si somos conscientes de la temática, lo que no ocurre muy a menudo.
Acabamos de resumir brevemente el significado de los aspectos principales. A partir de ahora, sólo discerniremos entre conjunción, aspectos tensos y aspectos armónicos; el motivo estriba en que los aspectos ambivalentes —semisextil, quincuncio…— son vividos por la persona a la que le corresponden como armónicos o no armónicos, dependiendo de lo conscientemente que esta persona trabaje ese tipo de configuraciones.
Al respecto, nos atrevemos incluso a señalar que la meta de toda individuación o evolución personal consiste en convertir los aspectos tensos en uniones planetarias armónicas. Observamos que personas con alto grado de evolución han trabajado estos aspectos tensos y han llegado a expresarlos positivamente. Al leer los textos sobre los aspectos, habremos de tener en cuenta los aspectos armónicos en el caso de que trabajemos con el mapa natal de una persona muy consciente, pues lo que siempre permanece en tales casos es el contacto cualitativo de las diferentes energías planetarias. Es decir, la cualidad de la aspectación en el sentido de aspectos tensos o armónicos apenas hace acto de presencia.