Un día especial para nacer: el cambio de signo zodiacal.

El grado 29 del zodiaco: las tres caras de un enigma.

Muchas veces, como astrólogos o estudiantes de astrología, nos sorprende algún aspecto contradictorio o curioso al estudiar una carta astral.

Es lo que sucede cuando nos encontramos con personas que han nacido en el cambio de signo, habitualmente un día antes del cambio.

Cuando calculamos una carta astral, y comprobamos que estas personas han nacido con el Sol en el grado 29 de cualquier signo, podemos decir que obtienen  un “toque especial” que los distingue del resto.

Aunque es la posición más fuerte de este aspecto astrológico, también se observa en la posición el grado 29 del resto de planetas, en su cambio de signo del zodiaco.

Dentro de los 30 grados que componen cada signo del zodiaco, un grado siempre ha encerrado cierta mística que despierta curiosidad. El grado 29 parece ser portador de un presagio y de una obertura; habla de una especie de karma no comprobado y se destaca entre los demás grados como un presagio de cambio.

Hablamos del grado 29º de un signo: No del 28 redondeado; es el grado que abarca desde 29°00' a 29°59'.

La definición habitual de un planeta natal en el grado 29 siempre parece “equivocarse”.

El aura de finalización que implica el grado ha evocado una interpretación de una "última oportunidad" para hacer algo bien; desde el punto de vista de la astrología kármica (en el sentido de espiritual) quizás una tarea no realizada en “vidas pasadas” (la sombra no resuelta). Aunque esta definición puede tener mérito, no creo que el grado sea tan fácil de definir. 

Características del grado 29 de cualquier signo zodiacal

El grado 29º parece que contiene una cualidad de condensación, que explicaré con más detalle más adelante en el artículo. Sin embargo, para empezar, muchos astrólogos (entre los que me incluyo, además de tener el Sol a 29 grados en Libra) hemos observado una serie de cualidades en personas que tienen planetas u otros factores en el grado 29 en sus cartas natales. Estas observaciones incluyen:

1. Superar los límites. El grado 29 parece implicar tanto las fronteras como los límites individuales. Hay una cualidad de riesgo en el individuo, ligada al planeta en ese grado, junto con una necesidad de ver hasta dónde se puede llegar. Algunos ejemplos incluyen a la nadadora y escritora Diana Nyad, con el Sol a 29° de Leo, nadó 100 millas desde Cuba hasta Cayo Hueso en su quinto intento a los 64 años.

2. Pensamiento futurista. Las personas con el grado 29º prominente en su carta frecuentemente tienen una cantidad inusual de previsión, ya sea en los negocios o en esfuerzos laborales específicos. Por ejemplo, Walt Disney tenía Venus a 29° de Capricornio en la 5ª casa del entretenimiento y los niños.

Julio Verne, novelista de ciencia ficción (20.000 leguas de viaje submarino y otras obras), tenía a Urano a 29° de Capricornio; predijo el uso de submarinos, helicópteros, aire acondicionado y misiles guiados mucho antes de que se inventaran realmente.

Tim Berners-Lee, considerado el inventor de la World Wide Web, tiene a Júpiter a 29° Cáncer.

3. Infancia inusual o tendencias prodigiosas. A menudo observamos el grado 29 en las cartas de personas que muestran genialidad o gran talento a una edad temprana, o cuya infancia fue inusual de alguna manera. A veces, este talento puede ser en un campo específico.

El prodigio francés Jean-François Champollion, que se doctoró en letras a los 19 años, acabó descifrando el código de los jeroglíficos egipcios; tenía Saturno a 29° de Piscis, así como un Medio Cielo a 29° de Cáncer y Venus a 29° de Sagitario. Wolfgang

Amadeus Mozart, un legendario prodigio de la música, tenía Venus natal a 29° de Acuario.

El grado 29 también puede manifestarse como condiciones inusuales relacionadas con el nacimiento.

4. Propósito tribal. Dentro de los parámetros del libre albedrío, creo que todos nacemos para alcanzar un propósito individual y también para cumplir algún tipo de destino familiar, con el que nuestra propia dirección puede estar estrechamente vinculada. Creo que eso explica, en parte, por qué los aspectos, signos y grados, así como el énfasis de los elementos (aire, tierra, fuego y agua) y modalidades (cardinal, fija y mutable), aparecen en el linaje de las familias.

A veces los individuos tienen identidades conectadas con los logros de sus antepasados. La persona con un factor natal en el grado 29 tiene algún sentido de querer o necesitar llevar a cabo un propósito familiar, aunque puede no ser consciente de este impulso.

Algunos ejemplos son el emperador francés Napoleón III, que tenía una conjunción Sol-Marte a 29° de Aries; tiene la distinción de ser tanto el primer presidente titular como el último monarca de Francia. Lady Antonia Fraser, autora inglesa de biografías históricas, como El amor y Luis XIV, pertenece a una familia en la que la investigación académica es un sello distintivo, y tiene a Saturno a 29° de Capricornio.

5. Fundación de dinastías. Tal vez relacionado con el propósito tribal, el grado 29 también aparece en las cartas de los fundadores de dinastías, o en la expresión artística que involucra dinastías ficticias. Por ejemplo, la reina Catalina de Valois, matriarca de la realeza franco-inglesa, fue cofundadora de la dinastía Tudor, junto con su amante, Owen Tudor; tenía Marte a 29° de Capricornio.

Joseph P. Kennedy, patriarca de la familia estadounidense Kennedy, de la que salieron un presidente y dos senadores, tenía Venus a 29° de Virgo y Júpiter a 29° de Escorpio. El director de cine Francis Ford Coppola, con Plutón a 29° de Cáncer, se hizo famoso por llevar la dinastía Corleone a la gran pantalla en la trilogía de El Padrino.

El grado 29 también puede encontrarse en las cartas de personas cuya obra perdura después de su muerte.

6. Un lado sombrío. Muchas veces, un emplazamiento en el grado 29 puede representar un lado de sombra que una persona tiene dificultades para asimilar. El rey Enrique VIII fue un monarca dotado que se recuerda principalmente por sus múltiples matrimonios, su ruptura con el catolicismo romano y las decapitaciones de dos de sus seis esposas; nació con Plutón en 29° Libra, el signo del matrimonio, así como el signo de la ley -en su caso, el derecho canónico católico.

Billy Tipton, también conocida como Dorothy Tipton, fue una mujer que vivió la vida como un hombre para ser tomada en serio como músico de jazz en la década de 1930, y tenía a Neptuno a 29° Cáncer en trígono (aspecto de 120 grados) a Venus a 29° Escorpio.

7. La sensación de ir por libre. La astróloga Bonnie Armstrong decía, en esencia, que el planeta en el último grado de la carta natal es importante, porque "representaba un punto de soledad, describiendo la energía que uno tenía que actuar por su cuenta para cumplir su destino". Señaló que la energía casi siempre era tal "que la persona no sólo actuaba sola, sino que los sentimientos que la acompañaban eran también un tipo de soledad".

Obviamente, si el último grado de un planeta es el 27 o el 25 u otro grado, esto se aplicaría a ese planeta. Pero cualquier carta con un planeta en el grado 29 lo tendría entonces ocupando este "punto de soledad".

Dos personas con el grado 29 como punto de soledad fueron las primas María, reina de Escocia, e Isabel I de Inglaterra. María fue encarcelada por Isabel tras ser destituida del gobierno de Escocia, por lo que María funcionó sola, sin el apoyo de su país. Isabel la hizo decapitar por su supuesta implicación en los complots para asesinar a Isabel con el fin de convertirse en reina de Inglaterra.

María tenía a Urano a 29° de Leo, el signo de los monarcas, y con frecuencia actuó sin ayuda en sus intentos de imponerse a lo largo de su caótico reinado y su encarcelamiento. Isabel nunca se casó y no tuvo herederos directos; con su Neptuno a 29° de Piscis, su imagen y su legado fueron enteramente obra suya.

Pensamiento Janusiano

No es un concepto nuevo que el grado 29, aparentemente unido a dos signos, contenga un simbolismo janusiano, portador de la cualidad del dios romano Jano, con dos caras, que miraba tanto hacia delante como hacia atrás y por el que se nombra el mes de enero. Tiene el poder de conocer el pasado y el futuro, protege a los viajeros en las partidas y los regresos, observa el comienzo y el fin de todas las cosas y abre y cierra las puertas. 

Aunque la influencia janusiana es mucho más que su simbolismo mítico de pasado y futuro.

Se considera que el pensamiento janusiano es un sello distintivo del pensamiento creativo en su forma más básica: unir los opuestos y crear una tercera entidad en el proceso.

En este dios mitológico se inspiró Albert Rothenberg (destacado investigador del proceso creativo) para acuñar la expresión pensamiento janusiano, tras estudiar extensamente el uso de los opuestos en el proceso creativo. Lo define como "la capacidad de concebir y utilizar dos o más ideas, conceptos o imágenes opuestas o contradictorias simultáneamente".

Sin embargo, el pensamiento janusiano no sólo tiene que ver con el arte creativo, aunque sea ahí donde más se manifieste.

Arthur Koestler se refirió a esta cualidad en su libro sobre Janus. Identificó la polaridad natural que existe entre las tendencias auto afirmativas y las integradoras, siendo el orden una característica del equilibrio de ambas tendencias.

Se puede identificar esta polaridad en el eje de los signos zodiacales; uno no es sólo, digamos, un Aries, sino que está en el eje Aries-Libra. También puede existir un tipo de polaridad dentro de la dualidad janusiana del grado 29º, sólo que ésta tiende a asimilar más que a equilibrar.

Napoleón III, por ejemplo, con su conjunción Sol-Marte a 29° de Aries, llevó el impulso de su dinastía. Sin embargo, también fue fiel al signo que sigue a Aries: Tauro. Bajo su mandato, el centro de París se renovó limpiando los barrios bajos, ampliando las calles y construyendo parques. A veces se le llamó "el emperador socialista". También contribuyó al desarrollo económico basado en un nuevo tipo de institución bancaria, que vendía acciones al público y luego utilizaba el dinero para invertir en la industria francesa. Sin embargo, aún faltaba algo.

Evidentemente, Napoleón III tuvo que tener una visión importante para llevar a cabo los cambios que inició, algo más relacionado con el modo mutable que con el cardinal Aries o el fijo Tauro.


El eslabón perdido

Entonces, ¿cuál es el eslabón perdido?

Según Michele Adler: “tal vez el eslabón perdido del grado 29º se encuentra en el tradicional dwadashamsa (o dwad) que ocupa”.

La Dodecatemoria, también conocida como dwadasamsa, dwadachamsha, dwad o duad, es la división en doce de un signo zodiacal.

Esta técnica fue desarrollada por astrólogos indios, que dividieron los 30° de los signos en 12 partes iguales de 2.5° cada una.

El dwad (dodecatemoria) divide los 30 grados de cada signo por 12 en segmentos de 2,5°, y cada segmento está representado e influenciado por un signo concreto. Así, el arco de 0,0°-2,5° de Aries se asigna a Aries, y el arco de 2,5°- 5,0° de Aries se asigna al signo siguiente, Tauro, etc.

Esta tabla muestra que el segmento de 27,5°-30° de cada signo está representado por el signo precedente. Por ejemplo, el grado 29 de Aries cae en la dwad de Piscis, el grado 29 de Tauro cae en la dwad de Aries, el grado 29 de Géminis cae en la dwad de Tauro, etc.

Esto es significativo, porque el grado 29º siempre tendrá una dwad en el signo que precede a su signo, y el signo siempre estará en un modo diferente de los dos signos que el 29º grado atraviesa.


A modo de ejemplo, el Sol-Marte de Napoleón III a 29° de Aries incluye su propia colocación en el signo de Aries, un signo cardinal; el signo siguiente, Tauro, un signo fijo; y su dwad, que sería el visionario Piscis (el signo que precede a Aries). 

Dwad calculado con Astroworld

En resumen, el 29º grado no sólo lleva en sí la cualidad creativa janusiana, sino que también encierra los tres modos: cardinal, fijo y mutable.

Según la autora, ahí radica la explicación de la urgencia y la expresión global del grado 29º.

Hay que tener en cuenta que el simbolismo de los modos se manifiesta de varias maneras en la astrología, además del grado 29º.

Dependiendo de la fecha de nacimiento podemos experimentar las tres modalidades a través de las posiciones del Sol progresado. Dentro de los tres decanatos de cada signo, la experiencia del modo “trino” se repite de nuevo con la inclusión de todos los elementos de un signo.

Por ejemplo, el primer decanato del signo de fuego Leo (1°-10°) está regido por el Sol; el segundo decanato de Leo (11°-20°) está asignado al segundo signo de fuego Sagitario, regido por Júpiter; y el tercer decanato (21°-30°), Aries, está regido por Marte. Así, los tres signos de fuego -Leo fijo, Sagitario mutable y Aries cardinal- residen en los decanatos del signo de Leo.

La astrología parece mostrarnos que la experiencia de las tres modalidades es algo digno de consideración.

Podemos apreciarlo cuando los planetas y los ángulos se mueven hacia nuevos decanatos y nuevas modalidades por progresión y dirección. Pero la encapsulación de las tres modalidades dentro del grado 29 parece funcionar como un fractal de esos cambios más grandes, y puede ser un regalo para las personas con ubicaciones en ese enigmático grado.

Aquellos que nacen con un planeta o un ángulo más allá del grado 29 de cualquier signo quizás tengan una mayor necesidad inherente de expresar las tres modalidades simultáneamente (especialmente con el Sol). 

A veces puede manifestarse como confusión o caos, aunque las soluciones creativas y las aplicaciones del pensamiento Janusiano tienden a surgir de esas condiciones.

Este enigma puede explicarse mejor con la descripción de las modalidades del fallecido Richard Idemon, en “El Hilo Mágico” indica: “Cardinal es centrífugo, sale de sí mismo hacia una meta. Fijo es centrípeto, va hacia adentro desde la periferia hacia el centro. Mutable es una función pulsante y fluctuante de ida y vuelta”.

Así, las modalidades forman una corriente subterránea en el grado 29, con el modo cardinal dirigiendo, el modo fijo sosteniendo y el modo mutable visualizando y asignando significado.

Las modalidades también parecen reflejar lo que André Barbault observó como los "tres instintos primarios que se encuentran en todos los seres vivos: autoafirmación, auto conservación, autoexpresión".

Esto explica por qué una ubicación en el grado 29 en una carta natal puede coincidir con una naturaleza que no puede resistir la obsesión, la dedicación, la urgencia y la inspiración.

El grado 29 captura las modalidades con su poder místico de tres en una sola entidad, lo que da como resultado una energía que claramente está destinada a ser utilizada, no temida.

Referencias utilizadas

Predictive Astrology Cycles of Change Seasons of Meaning, Michele Adler
El Hilo Mágico, Richard Idemon
Janus: A Summing Up, Albert Rothenberg
Tratado práctico de astrología, André Barbault



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