El sol en acuario


ACUARIO

De los 300° a los 330° del Zodíaco

Signo de aire, fijo domicilio primario de Urano, domicilio base de Saturno, exaltación de Neptuno y exilio del Sol.

El signo Acuario está gobernado por Saturno y Urano y pertenece al elemento aire. Los signos de aire viven en el mundo abstracto de las ideas y de los pensamientos, los cuales son para ellos tan reales como cualquier objeto físico. Sienten la necesidad de desprenderse de la experiencia directa y contemplar, evaluar y comprender su entorno por medio de sus facultades racionales con el fin de poder comunicar sus conclusiones a otros.

Correspondencia con el cuerpo humano por el momento no iden­tificada. No obstante, excluimos la hipótesis tradicional de que Acuario corresponde a los tobillos. Esta parte del cuerpo se encuentra en los primeros diez grados de Sagitario, opuesta, como lo exige la dialéctica zo­diacal, a las muñecas situadas en Géminis.

Correspondencia estacional: el desarrollo de las raíces.

Simbología estacional: la metamorfosis de la semilla, embrionaria en Sagitario, se retoma aquí con máximo impulso (exaltación de Neptuno), se vuelve definida y evidente. Las raíces que se hunden en la tierra están guiadas por la razón (Saturno), acompañada por un instinto seguro de adaptación cotidiana a las circunstancias (Urano). La semilla ya se ha transformado en una pequeña planta de individualidad precisa y al mismo tiempo disponible, dúctil, alejada de cierto rigor orgulloso y de una afir­mación demasiado neta de la personalidad, que podrían comprometer la supervivencia (exilio del Sol). La forma se adapta al tiempo en lugar de intentar dominarlo (exaltación de Neptuno).

El Sol en Acuario, exilio

Aproximadamente entre el 20 de enero y el 19 de febrero. El énfasis se pone en la disponibilidad del Yo, en su capacidad de absorber capilarmente lo que le ofrece el ambiente circundante para alcanzar una forma más completa y definida. Habilidad diplomática, apertura de ideas, curiosidad por lo nuevo y rapidez a la hora de apropiarse de las noveda­des (Neptuno y Urano). Respeto por los valores racionales, a veces con algo de misticismo (Saturno y Urano) y siempre considerados en una perspectiva dinámica.

Escasa consideración por las virtudes tradicionales y consagradas, indiferencia hacia el orgullo, falta de soberbia, de arro­gancia, pocas o nulas reacciones ante las ofensas de «lesa majestad». En compensación, falta de virtudes solares o típicamente leoninas: lealtad. coraje, fidelidad a unos principios, sentido del honor.

El acuariano puede poseer todas estas dotes temporalmente, sobre todo si se siente movi­do por impulsos ideológicos, pero rara vez se siente ligado a un debe: abstracto o a una cuestión de principios, y se muestra preparado para seguir sin vacilar la evolución de los tiempos y de las ideas. Sagaz in­tervención en la ocasión exacta, elección del momento adecuado, sentido de la oportunidad que consigue sustituir con eficacia la agresivi­dad. Escasa tendencia a invadir a los otros, espíritu de solidaridad. Tal vez celos con compañeros de trabajo o de ideas, respeto de la libertad propia o ajena.

Los nativos de Acuario, dan mucha importancia a la amistad y la solidaridad, características relacionadas con Urano, el planeta regente del signo, junto con Saturno. Las amigas y amigos saben que pueden depender de ellos/as, porque Urano fomenta la filantropía y los ideales humanitarios.


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