La Luna tiene una responsabilidad muy importante, su movimiento mantiene activo el giro del núcleo de la tierra, creando el campo magnético que nos protege contra la radiación del sol, permitiendo la vida en la tierra. Maneja las mareas y muchos otros ciclos naturales, astrológicamente afecta el comportamiento de las masas.
En su viaje por el plano eclíptico de nuestros cielos la Luna cambia de signo aproximadamente cada dos días; la Luna con su rápido movimiento (es el más veloz de todos los planetas) se va acercando sucesivamente a cada planeta, lo alcanza, lo supera y se aleja, siguiendo así su recorrido. La Luna va formando de esta forma distintos aspectos con los planetas. En algún momento siempre ocurre que cuando la Luna llega a determinado grado del signo que está ocupando, hace un último aspecto mayor a algún planeta, y no hará ninguno nuevo en lo que resta de su recorrido en ese signo; en otras palabras, hasta que salga de ese signo.
La Luna se encuentra brevemente con un “espacio vacío” un tiempo en el cual no recibe un propósito definido y su influencia sobre nosotros disminuye hasta casi hacerse imperceptible. A esto llamamos «vacía de curso«. Es un fenómeno que ocurre cuando la luna no hace aspectos antes de cambiar de signo.
Como la Luna tarda unos 2 días y medio en recorrer cada signo, se da esta condición con esa misma frecuencia. Pero no siempre dura lo mismo: puede haber vacío de curso lunar que dura unos pocos minutos, o que dura uno o dos días enteros (el 20 de agosto de 2006 la Luna estuvo vacía de curso durante todo el día).
En la astrología, cada actividad que “nace” tendrá presente las energías del momento en que nació, sin embargo, cuando la Luna está Fuera de Curso sabotea esa energía inicial, dejándola en una especie de “limbo energético”.
Por eso en astrología horaria cuando se da esta condición lunar, constituye una limitante a la interpretación, y quiere también decir que “no pasa nada”, que hay “mucho ruido y pocas nueces”, que “a pesar de las apariencias no hay que preocuparse”.
Incluso éste momento causa una sensación de pérdida de atención o desenfoque, se notan incrementos en los accidentes de tránsito y las conversaciones tienden a desvariar a puntos no concluyentes, las decisiones tomadas con Luna Fuera de Curso no dan frutos, no germinan, no progresan. La historia está llena de eventos en los que descuidos, faltas de atención y malas decisiones como causa de la Luna Fuera de Curso han generado consecuencias catastróficas. Por ejemplo:
La astróloga Jenni Stone lo expone con suma claridad:
Lo que es adecuado hacer cuando la luna está vacía de curso
–Seguir la rutina– esta condición lunar favorece lo rutinario, habitual y repetitivo.
–Despejar el ambiente– como la Luna vacía de curso da gran facilidad para darse cuenta lo que es necesario y lo que no, es ideal para ordenar, limpiar, tirar o sacarse de encima todas esas cosas que hemos dejado acumular (a veces un montón) en el armario, el escritorio, la cocina o donde sea.
–Hacer una inspección de control– es fácil darse cuenta en este tiempo de lo que falta, escasea, está equivocado, o averiado.
– Momento de hacer las listas de lo que hay que hacer más adelante, y de revisar o evaluar cómo se hallan en la actualidad nuestros proyectos.
– Ponerse al día– es fácil ver lo que necesita ponerse al día o actualizarse, así como ocuparse de los cabos sueltos y las cuentas pendientes.
– Editar y corregir– se hace fácil revisar el trabajo para quienes escriben, así como encontrar nuevas formas para expresar las mismas ideas.
– Dormir y descansar– quedarse remoloneando en la cama un rato más, levantarse más tarde, dormir una siesta cuando la Luna está vacía de curso es especialmente disfrutable, gratificante o tranquilo.
– Meditar, hacer prácticas espirituales, síquicas o energéticas como reiki- es más fácil abstraerse en la propia interioridad, distanciarse de los problemas, y acceder más fácilmente a un estado de paz interna; también gozar de experiencias síquicas, o vivir otras dimensiones de la espiritualidad, el mundo sutil, o las energías.
– Introversión– volcarse hacia dentro de uno mismo y mirar lo qué allí ocurre y cómo es más fácil. En estos momentos la intuición es fuerte, la voz interior se escucha con nitidez, los conflictos internos se resuelven, la reflexión e introversión se profundizan.
– Una pausa en el camino– ideal para reponer y recargar las baterías; asimismo tiempo de relax, comodidad o simplemente holgazanear.
– Viajar– siempre que sea otra persona quien conduzca es un buen momento para ello. Sin importar tanto el medio de transporte un viaje durante el vacío lunar se hace cómoda y rápidamente. La causa de esto es que para el conductor, piloto o personal de la compañía, viajar es algo rutinario, y durante este tiempo lo rutinario y repetitivo se ve favorecido.
– Flexibilizar los límites– es buen momento para animarse a hacer algo que hasta el momento nunca haya hecho, pero que no sea importante ni comprometido. Es tiempo de búsquedas, de investigación, de sondear otras posibilidades, de dejar volar la imaginación, de hacer un “brainstorming”, de tentar una nueva vía creativa, de pruebas y ensayos.
Lo que no hay que hacer durante la luna vacía de curso
– No empezar nada importante– porque las cosas no van a durar, o no van a resultar como quieres o esperas. Esta condición lunar suele ser una de las causas de las tantas cosas inconclusas que tenemos en la vida.
– Evitar conocer gente nueva– porque luego esas personas no resultarán ser como al principio parecían. La Luna vacía de curso nos hace ver las cosas distorsionadas y con otros colores, y esa clase de euforia no dura.
– No comenzar un nuevo trabajo– porque las cosas no van a resultar lo que inicialmente parecían.
– No hacer planes ni compromisos– porque las circunstancias no van a resultar como se esperaba, y los mismos quedarán truncos, incumplidos, frustrados o similar.
– No comprar cosas costosas o valiosas– porque ellas no van a cumplir con el propósito original que le llevó inicialmente a comprarlas. En cambio es ideal para ir en busca de las ofertas, los descuentos, o los comercios de cosas baratas: eso que pensaba muy perecedero y ordinario resultaría con muy buen resultado, ese regalito que uno compra para otro se lo podría terminar quedando uno porque nos gusta demasiado, eso que ni se le había ocurrido y encuentra en ese momento se convierte luego en algo indispensable, y así sucesivamente.
Aprovecha este momento para relajarte, liberarte de expectativas, dormir u holgazanear en el sofá y descansar del tira y afloja de nuestra vida diaria y mundana. Disfruta de los beneficios del descanso, la relajación y los momentos de tranquilidad. Lee, reflexiona o retoma las tareas de mantenimiento del hogar.
No olvides aquellas tareas que preferirías evitar. Cuando la Luna está vacía de curso, es un momento idóneo para hacer aquellas cosas que real» mente no queremos hacer.
En resumen, aprovecha esta condición lunar para realizar actividades en las que no quieras obtener resultados. Todo lo que quieras que vaya mal, ya sabes, hazlo ahora. Por ejemplo, si en realidad no quieres encontrarte con determinada persona, o no ir a determinada reunión, planifica y cierra ese evento durante la Luna vacía de curso: seguramente algo pasará y no podrá concurrir.
Eso sí, aplaza las acciones que involucren tomar decisiones o iniciar un proyecto. Ahora que lo sabes… ¡Anótalo en tu agenda!. Con Astroworld XXI Platinum podrás comprobar cuando se encuentra la Luna vacía de curso.
Es una información que podemos sin mucho esfuerzo incorporar a nuestras vidas y que nos puede dar muchas satisfacciones.
Bibliografía
El ciclo de las lunaciones. Dane Rudhyar
http://wiccaspain.es/luna-vacia-de-curso/
http://www.campus-astrologia.es/la-luna-vacia-de-curso/
http://www.mountainastrologer.com/standards/editor’s%20choice/articles/void_of_course.html
http://moonmentum.com/blog/astropedia/el-titanic-zarpo-con-la-luna-fuera-de-curso/
http://www.lunadominante.com/luna-vacia-de-curso/
