Luna llena en Libra: el viaje es el destino


Más allá de la noche que me envuelve,
negra como el abismo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las azarosas garras de las circunstancias
nunca he llorado ni pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza esta ensangrentada, pero sigue erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yacen los horrores de la sombra,
sin embargo, la amenaza de los años
me encuentra, pero me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigos la sentencia,
yo soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley (Invictus)

Las aves madrugadoras del sábado 31 de marzo de 2018 contemplarán la Luna Llena en Libra oponiéndose al Sol en Aries. La necesidad de Libra de relaciones entra en conflicto con un deseo consciente de independencia. Encontrar equilibrio implica emplear un tiempo de calidad con los seres queridos, al mismo tiempo que permitimos el mismo tiempo para nuestras actividades personales.

Cuando la Luna se opone a Mercurio en el impaciente Aries, puede ser difícil explicar lo que queremos. Asegurarnos de escuchar atentamente los puntos de vista de otras personas permite que la conversación fluya en ambos sentidos.

El sextil de la Luna hacia el Nodo Norte en el expresivo Leo sugiere que la mejor manera de avanzar es permitir a cada persona su momento de gloria.

Luna llena en Libra

La luna llena es un momento de deleite y culminación. Recibimos comentarios claros sobre lo que está funcionando y lo que no, y vemos los cambios que podemos hacer para obtener mejores resultados.

En la Luna Llena en Libra las relaciones de todo tipo entran en escena. Un buen ejercicio reflexivo es contestar a estas preguntas:

¿Puedo ser yo mismo en una relación, o me escondo detrás de mis máscaras? ¿Permito que otros sean ellos mismos, sin juicios ni expectativas? ¿Estoy dando más de lo que estoy recibiendo, o viceversa?

Esta Luna Llena ocurre tras el impulso que sigue al primer equinoccio del año (20 de marzo), un poderoso punto de inflexión cuando el Sol comienza un nuevo ciclo astrológico.

El Sol, exaltado en el ardiente Aries, nos impulsa hacia adelante, junto con varios otros planetas en signos cardinales (iniciadores).

Aunque otras fuerzas cósmicas nos advierten que reduzcamos la velocidad para que podamos ser más deliberados en lo que estamos creando.

Mercurio se encuentra retrógrado (del 22 de marzo al 15 de abril), un momento para repensar nuestros deseos y dirección y realinearnos con nuestra esencia auténtica. Mercurio retrógrado en conjunción con el Sol en la Luna Llena nos invita a obtener una nueva perspectiva de nuestras relaciones al mirar profundamente dentro de nosotros mismos.

Reforzando la llamada para reducir la velocidad, Marte, regente de Aries, está en conjunción con Saturno en Capricornio, y ambos planetas cuadran a la Luna Llena. Marte es el joven masculino, nuestro impulso y deseo, mientras que Saturno es el anciano sabio, que tiene una visión más profunda y asegura que estamos en el camino correcto  y actuamos con integridad.

Podría decirse de la conjunción Marte-Saturno como «conduciendo (manejando) con los frenos puestos», y se nos aconseja detener el automóvil por completo y tomarnos un tiempo para reflexionar sobre nuestras motivaciones y objetivos a largo plazo.

La conjunción (exacta el 2 de abril) comienza un nuevo ciclo de dos años para hacer realidad nuestros deseos, y es hora de aclarar y comprometernos a ir tras lo que realmente queremos. Con Marte en el signo de su exaltación y Saturno en su domicilio, esta es una siembra especialmente poderosa, cuando podemos aprovechar el enfoque, la fuerza y la ​​persistencia de Capricornio para lograr nuestros objetivos.

La cuadratura Marte-Saturno a la Luna Llena sugiere que cada vez que establezcamos nuevas direcciones surgirán acontecimientos que nos retarán a seguir, apareciendo el deseo de mantenernos en nuestra zona de confort.

Navegamos entre el delicado equilibrio de mantenernos fieles a nosotros mismos teniendo en cuenta los deseos y prioridades de los demás.

Es un gran reto: alcanzar madurez en nuestras relaciones y un centro más profundo en nuestra autoridad interna.

Cuando nos conocemos como autores de nuestra propia vida, no tenemos necesidad de tratar de controlar a los demás o ser controlados por ellos.

Si nos encontramos atrapados en la tensión polarizante de la Luna Llena, podemos entrar en la parte más sabia de nosotros mismos que puede ver a «los dos», en lugar de quedar atrapados en el uno o el otro. Podemos buscar el desapego compasivo, la imparcialidad de Libra, para ver las situaciones desde una perspectiva más neutral.

Venus, señor de Libra, está en Tauro, el otro signo de su domicilio. Mientras que Libra (aire) es la expresión masculina o exterior de Venus, el signo de relacionarse con los demás, Tauro (la tierra) es la expresión femenina o interna del amor propio y la autoestima. Venus en Tauro nos recuerda que todo lo que se manifiesta en nuestras relaciones es un reflejo de esta relación primaria con uno mismo.

Venus contacta mediante un trígono a  la conjunción Marte-Saturno, y nos ayuda a alinear nuestros impulsos masculinos con nuestros valores y necesidades femeninas. Mientras que el masculino pregunta si es posible, el femenino pregunta si es valioso.

Estamos experimentando los efectos destructivos de una cultura que «descuenta» lo femenino, así como un flujo constante de nuevos productos y tecnologías que no agregan valor a nuestras vidas o al planeta.

Esta Luna Llena brinda la oportunidad de reequilibrar esa dinámica escuchando profundamente a nuestros cuerpos y nuestros corazones y entender lo que realmente se necesita en nuestras vidas y en el mundo.

Venus en tauro también recomienda brindar facilidad y placer a nuestros esfuerzos Marte-Saturno, para reducir la velocidad y disfrutar el proceso en lugar de centrarnos demasiado en el objetivo final: el viaje es el destino.


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