Un “yod” es un patrón de aspectos que utilizan algunos astrólogos. Se compone de dos planetas en sextil cercano (60º), con un tercer planeta en quincuncio (150º) con ambos planetas en el sextil.
La verdad sobre los yods es que no son extremadamente importantes, o al menos no tanto como algunos los hacen parecer. De hecho, me arriesgaría a decir que el yod es una de las configuraciones más sobreaclamadas en la astrología, al menos relativamente a su mérito real. Usualmente se les otorga todo tipo de títulos a los yods, como “el dedo de dios”, o “el dedo de la fe”. No está muy claro quién escribió la configuración con estos nombres por primera vez, pero me gustaría mencionar que son poco acertados y este es el argumento:
El Quincuncio
El ‘quincuncio’ no es un aspecto. ¿A qué me refiero con que no es un aspecto? Me refiero a que no se rige por las mismas bases que los otros aspectos importantes siguen, y por tanto no debería atribuírsele el mismo nivel de importancia.
El Componente Visual de los Aspectos
En tiempos modernos nos hemos acostumbrado a pensar de los aspectos simplemente como distancias geométricas, pero esa no es toda la historia. El término ‘aspecto’ viene del Latín aspectus, lo cual proviene del Latín aspicere, que significa “para mirar”. En las primeras tradiciones de la astrología, los aspectos eran concebidos con términos visuales, y denotaban la habilidad o inhabilidad de los planetas para verse unos a otros, y por tanto ser capaces de comentar sobre lo que el otro estaba haciendo.
Mientras que es cierto que la parte de esta conceptualización visual fue basada en rayos geométricos los cuales emanaban de los planetas y eran conformados a polígonos regulares, también había una noción de que para lograr que los planetas fueran capaces de ‘verse’ unos a otros, debían mantener algún tipo de afinidad entre ellos. Sus alrededores debían ser conductores ante su intento de observarse.
Afinidades Entre Signos
Aquí es donde aparecen los signos, y es la pieza crucial que falta en el diálogo moderno entre los aspectos. Los cinco aspectos ‘Ptolemaicos’ más importantes, conjunción, sextil, cuadratura, trígono y oposición, no están basados únicamente en las formas geométricas y distancias correspondientes, sino que también conectan junto a signos del zodíaco con los que mantienen una afinidad a través de su género, elemento, y modalidad. Así es como se resume:
- Los signos que son sextil comparten afinidad a través del mismo género. Así que Aries y Géminis tienen en común que son ambos signos masculinos.
- Los signos en cuadratura comparten una misma modalidad. Así que Leo y Tauro mantienen en común que son ambos signos fijos.
- Los signos en trígono comparten elemento y género. Así que Cáncer y Escorpio tienen en común que ambos son signo de agua y femeninos.
- Los signos en oposición comparten el mismo género, aunque también comparten una conexión especial a través de la polaridad del regente de su domicilio, ya que los regentes de estos signos tradicionalmente se encuentran diametralmente opuestos pero complementarios en sus características.
Los Aspectos Menores No Son Suficiente en la Afinidad Zodiacal
Es esta afinidad entre los signos en los que se emplazan los planetas, combinada con las distancias geométricas, lo que hace a los 5 ‘aspectos’ importantes especiales. Esto es lo que falta en los aspectos menores, y en particular el quincuncio. Se supone que el quincuncio conecta planetas que se encuentran a cinco signos de distancia, aunque podrás darte cuenta de que estos signos no comparten ninguna de las afinidades mencionadas anteriormente, tanto de género, elemento, o modalidad. Los signos no comparten ningún tipo de afinidad, y por tanto no pueden llamarse ‘aspectos’ en el sentido más estricto de la palabra.
Esto es bastante simple y directo, especialmente si vienes del entorno zodiacal de la astrología Sol-signo. Entonces, ¿Por qué tantos astrólogos modernos asumen que el quincuncio es un aspecto, y por extensión que el yod es especial ya que, en esencia, es un quincuncio doble?
Johannes Kepler y la Teoría del Aspecto Moderno
La respuesta puede encontrarse en la persona que introdujo el quincuncio y el semisextil, al igual que otros aspectos ‘menores’, el famoso astrónomo/astrólogo del siglo 17 Johannes Kepler. A Kepler realmente le apasionaba la geometría, y pensó que este era uno de los puntos fuertes de la astrología. No obstante, el zodíaco no lo impresionó tanto, y buscó marginarlo de su trabajo astrológico.
Esta es la razón principal por la que a Kepler le pareció correcto romper con la tradición al introducir aspectos que eran totalmente de naturaleza geométrica y no estaban atados por el entorno zodiacal. La conceptualización moderna de los aspectos todavía se mantiene ampliamente arraigada en la visión de Kepler sobre este tema, y este es el motivo de que los aspectos se vean totalmente como formas geométricas, ignorando el hecho de que el zodíaco todavía mantiene un rol integral en la construcción astrológica.
El Yod como Patrón de Punto Medio
¿Qué significa esto para el yod? Si el quincuncio técnicamente no es ni un aspecto, o al menos no representa una conexión entre dos signos, esto significa que el yod no es un patrón astrológico en absoluto. Es en realidad algo diferente, un patrón de punto medio.
Un punto medio es un punto sensible en la carta determinado mediante la medición de la distancia más corta entre dos planetas para luego encontrar el ángulo situado a mitad de ambos puntos.
Así que en el ejemplo de la izquierda, la Luna está en 13º Aries y el Sol en 13º Géminis. El punto medio entre ambos es 13º Tauro.
El punto medio usualmente es un punto sensible de la carta que sostiene las implicaciones combinadas entre ambos planetas. Por ejemplo, un número de astrólogos usan el punto medio entre el Sol y la Luna como un ángulo importante para estudiar las relaciones en la vida de una persona. Esto puede hacerse ya sea estudiando los tránsitos de este punto, o más importante, estudiando los planetas natales configurados a él a través de uno de los aspectos difíciles (por ejemplo conjunción, cuadratura u oposición). Cuando un tercer planeta está cercanamente configurado al punto medio entre otros dos planetas, esto crea un “patrón de punto medio” o “imagen de punto medio”. Aquí es donde aparece el yod.
Te darás cuenta de que en el ejemplo ambos planetas se encuentran en sextil, lo cual es ⅔ de lo necesario para hacer un yod. La mayoría dirán que la configuración de un yod necesita estar muy ajustada – que los planetas deben encontrarse con un orbe de entre 1 y 2 grados para que realmente sea un yod. La razón para esto, al parecer, es porque un yod no es más que una imagen de punto medio que involucra al planeta en la cúspide en oposición al punto medio de los dos planetas en sextil.
Así que el yod no es realmente un patrón de aspecto tanto como un patrón de punto medio. La forma en que puede delinearse es determinando que se supone que significa el punto medio entre ambos planetas, y entonces qué ocurre cuando un tercer planeta se configura cercanamente a dicho punto medio.
¡No te Creas Toda la emoción del Yod!
Incluso como patrón de punto medio, un yod no va a resultar necesariamente importante, al menos no hasta el punto en que se le debería otorgar un estado especial en la carta, junto a nombres propios bastante esotéricos.
Mientras que puede significar algo importante en tu carta sobre la naturaleza y curso de tu vida, y realmente será sensible ante ciertos tipos de tránsitos, hay muchas otras cosas importantes a las cuales prestar atención en la carta. Así que, asume con una pizca de sal cualquier afirmación de los astrólogos que se exciten con la importancia de los yods.
Bibliografía y fuentes.
The Hellenistic Astrology. C. Brennan
La dinámica de los aspectos. B. Tierney