La vacilante Luna de Libra se hace eco de algunos contrastes astrológicos el viernes. Un…
Un aspecto es un ángulo determinado entre dos planetas. Por ejemplo, si dos planetas se hallan, vistos desde la Tierra, en el mismo ángulo, el aspecto es de 0º. Recibe la denominación de conjunción. Los aspectos astrológicos pendientes de comentar en el artículo anterior son el semisextil, 30º; el quincuncio, 150º; la semicuadratura, 45º y la sesquicuadratura, 135º.
A continuación analizamos cada uno de ellos.
El semisextil
Se trata de un aspecto débil, pero, de todos modos, algo más dificultoso que el sextil. Corresponde a la división del círculo zodiacal en doce partes, por lo que, en comparación con el sextil, añade una doble división (4 x 3). La tarea del semisextil consiste en descubrir lo que hace diferentes las cosas. Hay que reconocer la materia en el marco de su polaridad antes de poder pasar a lo creativo (el número 3). Conforme a la correspondencia del sistema de casas, este aspecto nos conduce a las casas XII o II, esferas muy diferentes de la casa primera.
El quincuncio
Surge de dividir el círculo zodiacal por doce (4 x 3) y de multiplicarlo por cinco. De este modo, multiplicamos el aspecto de 30 grados —el semisextil— con el libre albedrío del acto creativo (el número 5). En este sentido, nos hallamos ante la combinación del descubrimiento o reconocimiento trabajado y la libertad de la decisión creadora (número 5).
La misión de este aspecto es la siguiente: según nuestro nivel de conciencia, hemos de decidir libre y personalmente si unimos o no los planetas que presentan este aspecto de quincuncio; nadie nos obliga, somos libres para escoger; pero, si no aprovechamos esta libertad de elección, retrocedemos, caemos en fase regresiva y lo lamentamos más tarde. Por eso denominamos a este aspecto el ángulo de la decisión, también, el aspecto de la nostalgia. Hemos de tomar la decisión, pues, si no lo hacemos, experimentaremos añoranza de lo que podríamos haber logrado si no hubiéramos desperdiciado nuestra oportunidad. En relación a las analogías con el sistema de casas, el quincuncio se asocia a las domificaciones sexta y octava. La casa VIII responde a una crisis del yo que debe ser superada por medio del trabajo (casa VI) y conducir a una nueva orientación. En el caso de que rechacemos el trabajo (casa VI), retrocedemos a la temática negativa de la casa VIII con el consiguiente efecto de hacernos dependientes del tú y de la sociedad.
La semicuadratura y
la sesquicuadratura
La semicuadratura es el resultado de dividir el círculo zodiacal por ocho. El multiplicar a ésta por tres origina la sesquicuadratura. En comparación con la cuadratura, ambos aspectos presentan otra división por 2. Al operar con una división mayor, se reduce la intensidad del aspecto. Consecuentemente, ni en la semicuadratura ni en la sesquicuadratura podemos ver claramente una llamada al trabajo, al esfuerzo y a la superación de los obstáculos como en el caso de la cuadratura. Así, la semicuadratura presenta un efecto de separación, de ruptura en la estructura, de distorsión en el fluir armónico, pero no siempre somos conscientes de este efecto.
Si no estamos concienciados, la semicuadratura, unida a otros aspectos, puede jugar un papel relevante en el desencadenamiento de los acontecimientos. Todos sabemos que lo que no integramos conscientemente en nosotros mismos se manifiesta en forma de destino o acontecimientos exteriores; por consiguiente, es conveniente enfrentarse con la cuadratura después de realizar un detallado análisis del mapa natal.
La temática de la sesquicuadratura es semejante a la de la semicuadratura, pero aquélla, además de la división por ocho, también incluye la multiplicación por tres; en consecuencia, la sesquicuadratura añade posibilidades de superar la temática de manera mental (el número 3). Naturalmente, esto es sólo viable si somos conscientes de la temática, lo que no ocurre muy a menudo.
Acabamos de resumir brevemente el significado de los aspectos principales. A partir de ahora, sólo discerniremos entre conjunción, aspectos tensos y aspectos armónicos; el motivo estriba en que los aspectos ambivalentes —semisextil, quincuncio…— son vividos por la persona a la que le corresponden como armónicos o no armónicos, dependiendo de lo conscientemente que esta persona trabaje ese tipo de configuraciones.
Al respecto, nos atrevemos incluso a señalar que la meta de toda individuación o evolución personal consiste en convertir los aspectos tensos en uniones planetarias armónicas. Observamos que personas con alto grado de evolución han trabajado estos aspectos tensos y han llegado a expresarlos positivamente. Al leer los textos sobre los aspectos, habremos de tener en cuenta los aspectos armónicos en el caso de que trabajemos con el mapa natal de una persona muy consciente, pues lo que siempre permanece en tales casos es el contacto cualitativo de las diferentes energías planetarias. Es decir, la cualidad de la aspectación en el sentido de aspectos tensos o armónicos apenas hace acto de presencia.