La Luna en la Astrología

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El símbolo de la Luna es bastante fácil de recordar: es una Luna Creciente. Una forma fácil de identificar cuándo la Luna es creciente o decreciente es por la forma que tiene; cuando la Luna está creciente el símbolo (como el de arriba) se asemeja a una D, mientras que cuando la Luna está decreciente el símbolo se asemeja a una C. 

Dignidades y debilidades

Domicilio: Cáncer
Exaltación: Tauro
Exilio: Capricornio
Caída: Escorpio

Astronomía

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Tiene un diámetro de 3 476 km y su distancia respecto a ésta es de, aproximadamente, 384400 km.  Además, solo hay un lado visible de la Luna desde la Tierra (y siempre es el mismo).

La Luna necesita 27 días, 7 horas y 43 minutos para completar una orbita, que es el tiempo que tarda en pasar por el mismo punto dentro del círculo horario de una estrella fija (un mes sideral). El movimiento diurno de la luna es de 13 grados y 10 minutos.

Vista desde la tierra y medida en grados y minutos de arco, la Luna tiene un diámetro de 31 minutos; debido a que la distancia entre la Luna y la Tierra varía ligeramente, esta cifra puede ser algo mayor o menor.

Tal y como comentamos al hablar del Sol, este diámetro que también percibimos con la Luna es prácticamente el mismo respecto al astro rey.

El Sol y la Luna parecen tener el mismo tamaño vistos desde la tierra, y esto es algo que desde el punto de vista de la astrología es bastante significativo. Es útil, sobre todo, al realizar ciertas observaciones sobre las distancias astrológicas.

Por otro lado, la Luna nunca podrá estar retrógrada.

Las cuatro fases lunares principales son: la luna nueva (una conjunción sol-luna), la luna creciente (alrededor del primer cuarto o cuadratura separativa), la luna llena (una oposición sol-luna) y la luna menguante (el último cuarto o cuadratura aplicativa). En otros artículos, explicamos con más detalle las fases lunares y los eclipses lunares; eventos astronómicos de gran importancia también en la astrología.

Mitología

A lo largo de la historia, entre las diferentes culturas, la Luna ha estado casi siempre relacionada con el principio femenino, tratada como diosa.

Las culturas más destacables donde la Luna era relacionada con un principio masculino han sido la nórdica y la egipcia, en esta última se asociaba la Luna con Thoth.

La diversidad de diosas lunares en las diferentes culturas conquistadas por los griegos y romanos está atestiguada por el gran número de deidades lunares presentes en su mitología.

La diosa griega más antigua relacionada con la Luna es Selene, aunque esta relación acabo siendo asimilada por Artemisa (también llamada Diana, Hécate…), la hermana gemela de Apolo.

Artemisa era la diosa de la caza, la virginidad y doncellas y los animales. Vagaba por los bosques acompañada de sus jóvenes compañeras. Todos los hombres que mostraban una falta de respeto hacia ella eran castigados severamente y a menudo asesinados.

Sin embargo, Artemisa fue la patrona de la maternidad y el parto, lo cual se puede relacionar con una analogía entre la luna creciente y la luna llena, la cual también se asemeja al embarazo.

De la misma forma, los griegos asignaron diferentes diosas a las diferentes fases lunares. Como cazadora virgen independiente, Artemisa normalmente simbolizaba la luna creciente. El aspecto matronal y fértil de la luna llena está simbolizado por Hera (en latín Juno), esposa de Zeus y protectora del hogar y la familia.

Hécate era la diosa de la luna menguante y la fase anciana en la vida de una mujer. Hécate es el ejemplo de diosa que una vez fue poderosa y venerada y que fue desplazada por los pensamientos machistas de la época.

Por este motivo, aunque muchos mitos describan a Hécate como una diosa de la naturaleza sumamente poderosa y útil, más tarde se convirtió en sinónimo de bruja malvada y temible.

La Luna en la carta astral

La posición de la Luna, junto con el Sol y el Ascendente, es uno de los elementos más representativos de la carta astral.

A la hora de interpretar una Carta Natal, la Luna juzga un papel poco conocido pero importantísimo, pues si el Sol representa simbólicamente el «piloto» del vehículo de nuestra vida, la Luna es el «copiloto», el que está junto a él complementándole, estimulando o reprimiendo su conducta según las situaciones.

Aunque, al contrario que la posición del Sol, que no varía de un año a otro para la misma fecha, la posición de la Luna es distinta incluso para aquellas personas que han nacido unos pocos días antes o después. Más aún si son de años diferentes.

La Luna, como veníamos comentando, es la representación femenina, es el símbolo del hogar, la feminidad, la familia, las emociones, etc. La Luna se asocia también con la madre de la persona, con el pasado y lo que se retiene de él, los hábitos, perjuicios y limitaciones familiares.

No obstante, bien configurada en la carta natal otorga a la persona un gran magnetismo personal y lo que se denomina «don de gentes» y popularidad, al conectarse armónicamente las emociones y la sensibilidad con las de las personas del entorno.

En la carta de una mujer, tanto la Luna como Venus indican cómo se configura parte de su identidad femenina; también su actitud frente los hijos (en caso de tenerlos) y cómo responderá a la maternidad.

En las cartas masculinas, indica el ideal femenino que anhela, qué tipo de persona le gustaría tener como compañera en el hogar, qué tipo de comportamiento quiere sentir en su pareja.  También indica la actitud que los hombres tienen hacia la pareja o esposa, y si la Luna tiene alguna aflicción en la carta natal indicará una energía que resultará difícil de expresar a la pareja.

Esto ocurre porque la Luna en la carta astral también representa cómo son nuestras emociones, nuestro humor, receptividad y sensibilidad hacia el entorno. Indica qué forma de vida le es más cómoda a la persona, la que le parece natural. También nos señala el estado de ánimo diario, la manera diaria de reaccionar a muchas cosas. Rige lo cotidiano, el hogar, lo doméstico.

Por otra parte, la casa en la que se encuentre la Luna indicará en qué áreas vitales la persona es más sensible y en cuáles se siente más segura.

Los planetas que realicen un aspecto con la Luna afectarán a la forma que la persona tenga de expresar sus emociones y la naturaleza de las mismas. 

Por ejemplo, un aspecto Luna-Marte pueden indicar la presencia de "sentimientos iracundos". No obstante, como se comentaba más arriba, los efectos de la Luna en tránsito solo se sienten durante unas pocas horas, ya que cambian muy rápidamente, e indican cambios pasajeros en el estado de ánimo.

Los tránsitos duros de los planetas exteriores a la Luna pueden ser emocionalmente difíciles: por ejemplo, un aspecto Luna-Saturno puede provocar sentimientos de desánimo.

Los niños expresarán las cualidades lunares de una manera mucho más directa que los adultos. El principio lunar es el más importante durante la infancia de una persona, y solo a partir del séptimo año de vida (o, en algunos casos, a partir de la pubertad) es cuando el Sol comienza a volverse más activo y relevante en la carta de la persona.

Ya de adultos, la Luna en la carta natal podrá indicar el tipo de experiencias que es probable que haya tenido una persona durante la infancia. También continúa acompañando a cada individuo a lo largo de la vida representando a su "niño interior".

La astrología kármica considera que la Luna es un "recipiente para los recuerdos kármicos del alma". Existe una larga tradición histórica de considerar a la Luna como el hogar de los muertos, y esta idea de la Luna continúa vigente en algunas de las ramas de la astrología esotérica. Asimismo, la Luna también puede simbolizar la "conciencia" nocturna tal como se manifiesta en los sueños, e incluso antes de llegar a quedarnos dormidos.

Finalmente, en la carta astral de un país la Luna representa al pueblo. En una carta de eventos la Luna puede actuar como un desencadenante de los mismos. En una carta horaria, la Luna simboliza al consultante y los aspectos aplicativos son fundamentales para elaborar un correcto juicio de dicha carta.

La Luna y la necesidad de seguridad

Dada la importancia de la Luna en la Carta Astral es conveniente realizar un análisis más extenso de la misma.

En este caso, la Luna en la carta también nos proporciona información sobre nuestras necesidades de seguridad.

Empezaremos tomándonos unos minutos para pensar en el concepto de seguridad. En general es raro que consideremos nuestras necesidades de seguridad, dejando aparte la de las relaciones.

Aceptamos nuestra seguridad como algo garantizado cuando pensamos en ello, pero estamos a punto de ver que nuestras Necesidades de Seguridad juegan un papel importante en nuestras vidas y en nuestras relaciones.

Explorando nuestras necesidades de seguridad

Nuestras necesidades de seguridad pueden agruparse en tres categorías principales:

Necesidades de supervivencia

Conexiones emocionales

Límites

1. Necesidades de supervivencia

En la jerarquía de necesidades de Maslow las Necesidades de Seguridad llegan a ser importantes una vez que nuestras Necesidades Psicológicas han sido satisfechas. Nuestras necesidades psicológicas incluyen nuestras necesidades de supervivencia internas –aire, comida, agua, cobijo, sueño, etc.

Una vez que se satisfacen esas necesidades nos preocupamos de nuestra seguridad, y nuestra necesidad fundamental de seguridad es saber que nuestras necesidades psicológicas serán satisfechas.

Cualquier cosa que tenga el potencial de amenazar nuestro cuerpo físico y nuestra habilidad para sobrevivir es una amenaza fundamental para nuestra seguridad. Nuestro sistema nervioso anatómico está específicamente diseñado para ayudarnos a sobrevivir a amenazas potenciales para nuestro cuerpo físico.

Incluso aunque en muy raras ocasiones nos enfrentemos con situaciones de vida o muerte en nuestra sociedad, todavía tenemos programado internamente el cambiar a un modo de defensa al menor signo de peligro.

La respuesta de luchar o huir existe para ayudarnos a escapar de depredadores y sobrevivir a situaciones que amenacen nuestra vida. Está diseñada solo para emergencias. Piensa en ella como una tarjeta de crédito biológica. Solo tenemos adelantos de dinero como último recurso porque los costes son muy altos.

En términos biológicos la respuesta de luchar o huir tiene también un alto coste. Cuando nuestro sistema nervioso anatómico estalla ante una reacción tiene un coste similar en nuestros cuerpos.

Nuestras funciones biológicas normales son acalladas o ignoradas, y todos nuestros recursos se emplean en encontrar la fuerza y la energía para superar (luchar) o dejar atrás (huir) del depredador.

Una vez que hemos sobrevivido a la amenaza necesitamos descansar y recuperarnos un momento. Necesitamos recobrar nuestras reservas, y necesitamos tiempo y recursos para reparar el daño a corto tiempo que le hemos causado a nuestro cuerpo con la subida repentina de adrenalina.

El desafío reside en que nuestros egos han tomado el control de la mayoría de nosotros ante la pregunta de luchar o huir, y cambiamos a este modo cada vez que sentimos la más mínima amenaza a cualquier nivel.

Una vez que el ego detecta cualquier dolor potencial envía una señal a nuestro sistema nervioso de que no estamos a salvo y se activa para intentar protegernos. Estamos tan acostumbrados a esta respuesta que la mayoría de las veces ni nos damos cuenta.

El ego nos tiene bien entrenados, y si siente cualquier peligro, nos acciona y actuamos siguiendo antiguos patrones para evitar el dolor, ya sea defendiéndonos o huyendo de la situación.

Cuando en una relación nos sentimos inseguros por cualquier causa, reaccionamos como si nuestras vidas estuvieran en peligro. Nos transformamos en seres emocionales y defensivos.

En resumen, no estamos entrenados para sentarnos y tener una discusión normal con nuestras parejas acerca de lo que nos preocupa.

Esto, por supuesto, suele provocar una respuesta en nuestra pareja y le hace sentirse incómodo/a. Y entonces su reacción a nuestra reacción nos hace sentir inseguros. Ante la duda de luchar o huir, es más frecuente luchar y después huir.

Necesidad de saber qué esperar

Para sentirnos seguros necesitamos creer que nuestras necesidades básicas continuarán siendo atendidas. Esto significa que otro aspecto de nuestra necesidad de seguridad es saber qué esperar.

El ego crea marcos de referencia basados en nuestras experiencias pasadas, para poder anticipar y evaluar futuras experiencias y así continuar sobreviviendo. Las situaciones que no resultan familiares pueden hacernos sentir inseguros porque no sabemos qué esperar y nuestros egos no saben cómo protegernos.

La ironía es que cuanto más pensemos en los posibles peligros futuros para poder defendernos de peligros potenciales, menos seguros nos sentimos en realidad. Simplemente no podemos anticipar cualquier escenario posible. Nuestros egos creen que la forma de hacernos sentir seguros es anticipándonos al futuro. Pero la única forma verdadera de sentirnos seguros es centrarnos en el momento presente.

2. Conexiones emocionales

Las conexiones emocionales son otro aspecto básico de nuestra necesidad de seguridad. Las conexiones emocionales están relacionadas íntimamente con nuestras necesidades básicas fundamentales. Una vez que sentimos confianza en nuestra supervivencia comenzamos a sentir la ilusión de que estamos separados de la Fuente. Nos sentimos aislados y solos, y las conexiones emocionales que creamos y compartimos con otros nos ayudan a recordar la verdad, que no estamos solos.

Nuestra primera experiencia para satisfacer nuestras conexiones emocionales ocurre en nuestra infancia cuando somos alimentados, cuidados y amados por nuestros padres. Muchas teorías del desarrollo de los niños sugieren que cuando somos pequeños no comprendemos realmente que somos entidades separadas de nuestros padres; conforme comenzamos a darnos cuenta de que no formamos parte de nuestros padres nos aferramos a las conexiones emocionales que compartimos con ellos para sentir seguridad.

Durante el resto de nuestras vidas compartir conexiones emocionales con otros puede hacernos sentir seguros y protegidos una vez más.

3. Límites y Espacio Personal

Los límites son necesarios para definir nuestro sentido de identidad individual cuando tenemos experiencias humanas. Los límites, como el ego, son parte enteramente de la tercera dimensión. Los límites nos ayudan a mantener la ilusión de que estamos separados de la Fuente.

Parte del juego al que jugamos mientras estamos en la tierra tiene que ver con nuestra relación con los límites.

Por una parte, necesitamos creer que nuestros límites existen para así poder explorar el mundo desde una perspectiva individual. Por otra parte, necesitamos recordar la verdad de que los límites son ilusiones, y de que no existe esa separación. Tenemos que caminar sobre una fina línea aquí – si nuestros límites son demasiado débiles o demasiado fuertes nos sentiremos inseguros.

Nuestros egos ven los límites como algo esencial para nuestro sentido de la seguridad, ya que nuestros límites definen los parámetros de lo que nuestros egos creen controlar. Nuestro ego refuerza nuestros límites para protegernos del daño del mundo exterior. Siempre que creamos que nuestros muros pueden protegernos nos sentiremos seguros.

Por supuesto, si los límites son demasiado fuertes, no seremos capaces de experimentar ninguna conexión emocional con otra gente; nos sentiremos aislados y solos – atrapados (y esencialmente inseguros) en nuestra fortaleza.

Nuestros límites operan en multitud de diferentes niveles.

En un nivel físico, nuestros límites están relacionados con nuestra necesidad de espacio personal. Tenemos límites emocionales que determinan el tipo de conexiones emocionales que compartimos con otros.

Cuanto más intima y sincera sea la relación, más probable es que compartamos esta conexión con nuestras parejas.Cuando extraños o conocidos profesionales nos preguntan por asuntos personales, por ejemplo, nos sentimos amenazados e inseguros porque las preguntas no son apropiadas – representan una violación de la intimidad y de los límites.

Nuestro derecho fundamental a la privacidad, de hecho, es un esfuerzo para reforzar nuestros límites individuales y ayudarnos a seguir seguros como individuos.

¿Cómo sabemos que nos sentimos inseguros?

Muchos de nosotros empleamos muchísimo tiempo de nuestras vidas en un estado de luchar o huir del que ni siquiera somos conscientes por el hecho de no sentirnos seguros. En cualquier momento en el que sentimos ansiedad, estrés, miedo, preocupación, tensión o cualquiera de los cientos de respuestas físicas y emocionales a estas emociones estamos sintiéndonos inseguros. Estas emociones, estas experiencias, solo ocurren porque no nos sentimos seguros; pueden ser el detonante del resultado de la respuesta de luchar o huir que se activa.

En las relaciones, podemos buscar pistas adicionales para ser conscientes de que nos sentimos inseguros. En cualquier momento en el que nos sintamos a la defensiva estamos reaccionando a una violación de la seguridad. Nuestros egos han tomado el control y están intentando protegernos de un ataque. La necesidad de un espacio privado, o el deseo de escapar o estar solos también pueden ser una indicación de que nos sentimos inseguros. Habitualmente, sentimos esta urgencia como resultado de una violación de los límites.

Sentirnos enfadados es otro signo de que nos sentimos inseguros. Por supuesto, para muchos de nosotros, sentirnos enfadados es en sí mismo algo que nos hace sentirnos inseguros.

La gestión de las necesidades de seguridad: La Luna

Hay cuatro formas (categorías) principales de gestionar la seguridad, cada una se corresponde con un elemento.

Cuando entendamos las cosas que todas nuestras necesidades de seguridad tienen en común, será más fácil identificar los puntos específicos.

Cada estilo fundamental tiene un foco distinto en lo que nos hace sentir seguros. Así que, ¿cómo determinamos qué necesidades de seguridad tenemos?

La respuesta es sencilla, simplemente mirando la Luna en la carta natal.

El signo (y elemento) de la Luna identifica nuestras necesidades de seguridad.

La Luna en los elementos: aire, fuego, tierra y agua

Cada estilo fundamental tiene un foco distinto en lo que nos hace sentir seguros.

El Fuego necesita ser capaz de actuar para sentirse seguro.

La Tierra necesita límites y estructuras para sentirse segura.

El Aire necesita comunicación e interacción social para sentirse seguro.

El Agua necesita conexiones emocionales para sentirse segura.

Vamos a analizarlos en detalle.

Necesitas conocer la posición de tu luna en el momento de tu nacimiento. Si desconoces tu signo lunar puedes calcularlo haciendo clic en este enlace

Astroworld lo calcula con precisión.

Control de Seguridad del Fuego

El elemento fuego tiene que ver con la acción. El fuego es apasionado e intenso, y está muy preocupado por la expresión e identidad individual. Si tu Luna está en Aries, Leo o Sagitario tienes las necesidades de Seguridad propias de Fuego.

Cuándo te sientes seguro: Te sientes más seguro cuando te sientes capaz de actuar. Necesitas ser libre para expresarte y para perseguir tus sueños y deseos. El Fuego es el elemento más activo y más apasionado. Mantener y definir tu identidad es muy importante para ti. Necesitas experimentar la verdad de quien eres como individuo, y necesitas poder actuar basándote en esa verdad.

Cuándo te sientes amenazado: En cualquier momento que te sientas limitado y no puedas expresar tu verdadera naturaleza te sentirás amenazado. Esto puede ocurrid de varias formas. No te sentirás cómodo con límites muy estrictos, sobre todo cuando los imponga otra gente. Necesitas sentirte seguro para actuar de inmediato – mientras otros insisten en que esperes, que pienses las cosas, o que solo actúes cuando es práctico o apropiado, lo que te frustrará mucho. Puedes encontrar esta necesidad de compromiso como algo amenazador, especialmente cuando te sientes presionado a cambiar tu forma de ser o expresarte.

Reacción instintiva ante la amenaza: Cuando te sientes amenazado tu reacción instintiva es disparar primero y preguntar después. Tienes una tolerancia mínima al sentimiento de inseguridad, y siempre intestas hacer algo para eliminar esa amenaza. Puedes pelear, dar un puñetazo o simplemente abandonar el entorno hostil, puedes incluso hacerlo todo a la vez, pero la cuestión es que algo harás. Afrontarás cada situación amenazadora conforme ocurra.

Expresar emociones: El fuego es el elemento más apasionado, y tiendes a expresar tus emociones con gran intensidad. Tienes el don de poder sentirte cómodo con los extremos, de la alegría al odio. Las emociones más sutiles tienen menos interés para ti. Expresas tus emociones de forma inmediata y completa – no te gusta guardarte tus sentimientos. Para ti es muy importante sentir que has expresado lo que querías en el momento. Una vez que hayas expresado tus emociones, sin embargo, todo se termina. No te recreas en emociones pasadas y no te lames viejas heridas.

Cuidar y proteger a otros: Educas y proteges a otros haciendo cosas por ellos. Muestras que te importan dando cosas de ti mismo – tu tiempo, energía y esencia.

Cuándo te sientes protegido: Para ti, las acciones siempre hablarán más alto que las palabras. Te sientes protegido cuando otros actúan en tu beneficio. Por supuesto, prefieres hacer las cosas tu mismo, pero si te das cuenta de que necesitas delegar en otros, tienen que probarte que son aptos para la tarea.

Control de Seguridad de la Tierra

El elemento Tierra está en el plano físico y material. La Tierra está cimentada, es estable y práctica. Si tu Luna está en Tauro, Virgo o Capricornio tienes las necesidades de Seguridad de la Tierra.

Cuándo te sientes seguro: Si tienes una Luna en Tierra, te sientes más seguro cuando tienes límites definidos. Prefieres las cosas a ser práctico y concreto. Te gusta el mundo físico, y te sientes confortable con tus sentidos, en especial el sentido del tacto. Las palabras no te importan: no son duraderas. Lo que a ti te importa son los resultados, cosas que se pueden ver y sentir, cosas que son prácticas y tangibles y sean duraderas. Necesitas tomarte tu tiempo, y medir las consecuencias de tus acciones y elecciones. Valoras la lealtad, y siempre intentas mantener tus promesas y responsabilidades. Te sientes más cómodo cuando tu vida es estable y de alguna forma predecible. El contacto físico es importante para ti, sobre todo en las relaciones íntimas.

Cuándo te sientes amenazado: Encuentras situaciones abstractas, imprácticas o indefinidas que te hacen sentir incomodo. No te gusta sentirte presionado, y te sientes amenazado cuando otros te presionan para actuar y tomar decisiones antes de estar preparado para hacerlo. La lealtad es muy importante para ti, y cuando otros no son leales contigo te supone un gran problema. Te sientes seguro en las estructuras definidas, con límites y reglas que te hacen sentir seguro. Cuando estas estructuras no existen, o cuando otros las ignoran, te sientes muy amenazado.

Reacción instintiva ante la amenaza: Cuando te sientes amenazado, vas a lo físico y material en busca de confort y protección. Haces todo lo que puedes para sentirte de nuevo seguro. Buscas estructuras familiares solidas. Buscas figuras autoritarias y estableces precedentes para apoyar tus reacciones y tus elecciones. Bajas las escotillas y te encierras en las trincheras y esperas ahí cualquier ataque.

Expresar emociones: Te sientes muy cómodo expresando y experimentado emociones, y tienes un temperamento muy tranquilo, sobre todo porque piensas antes de reaccionar. Experimentas todas las emociones, sin embargo, te preocupa que solo puedas expresar parcialmente tus emociones, de una forma práctica y responsable.

Cuidar y proteger a otros: Nutres y proteges a otros a través del plano físico y material. Te gusta hacer regalos a otros para expresar que te importan. Dado que el confort físico es tan importante para ti, te gusta asegurarte de que los demás se sienten así.

Cuándo te sientes protegido: Te sientes más protegido cuando estas rodeado de cosas confortables, familiares y sensuales. En las relaciones románticas e íntimas es muy importante para ti estar físicamente cerca de tu pareja. La conexión física te ayuda a sentir que tu vida será constante, regular y sin cambios; en otras palabras, te hace sentir seguro.

Control de Seguridad del Aire

El elemento Aire opera en el plano social, mental e intelectual. El Aire funciona en la superficie, explorando y haciendo conexiones. Si tu Luna está en Géminis, Libra o Acuario, tienes las necesidades de Seguridad del Aire.

Cuándo te sientes seguro: Si tienes una Lista de Seguridad del Aire las palabras son extremadamente importantes para ti. Te sientes seguro cuando entiendes una situación. Te gusta la racionalidad, la lógica y el intelecto. El Aire es el elemento más social de todos, por lo tanto también es el que está más preocupado por las relaciones. Te sientes más seguro cuando eres capaz de conectar con otras personas y experimentar en tu entorno. Necesitas ser capaz de intercambiar ideas y explorar diferentes perspectivas y puntos de vista. Creces con el intercambio de ideas e información. Necesitas sentirte libre, y necesitas seguir moviéndote.

Cuándo te sientes amenazado: Te sientes más amenazado cuando te enfrentas con limitaciones, restricciones o barreras muy fuertes. La seguridad para ti tiene que ver con la libertad de moverte y explorar, y la habilidad para experimentar nuevas ideas y perspectivas. Cualquier cosa que te frene o te obligue a centrarte demasiado en una idea te hará sentir inseguro. Te sientes amenazado cuando otros te fuerzan a considerar las aplicaciones prácticas de tus ideas. También te sientes amenazado cuando te ves obligado a explorar o expresar emociones muy profundas. Finalmente, te sentirás amenazado cuando se te niegue el contacto social, o no te sientas estimulado mental o intelectualmente.

Reacción instintiva ante la amenaza: Cuando te sientes amenazado, te sumerges en tus pensamientos para recapacitar, razonar o hablar contigo mismo en una situación más segura. Para ti, la seguridad siempre está relacionada con la libertad – sobre todo la libertad de explorar tu mente, tu intelecto y tu imaginación. Las palabras y las ideas siempre son tu primera línea de defensa. Usaras tu encanto, tu diplomacia y tu inteligencia para buscar el camino a la libertad. Si esto no funciona te refugiaras en tu mente, distanciándote de la situación.

Expresar emociones: El Aire no se siente cómodo con las emociones. Las emociones son, por su naturaleza, irracionales e impredecibles. El Aire está mucho más confortable con las cosas lógicas y de fácil comprensión, porque el Aire está centrado en la superficie, y está más cómodo con las emociones agradables, y prefiere ignorar cualquier sentimiento más profundo.

Cuidar y proteger a otros: Las palabras son tu primera elección para alimentar a otros. Quieres ayudar a otros a entender que están seguros y protegidos. Prefieres decirles a otros que estás allí para ellos, que te preocupan, y que los mantendrás a salvo. Para ti, decir las palabras es suficiente para convertirlas en realidad.

Cuándo te sientes protegido: Te sientes protegido cuando otros te dicen que se preocupan por ti y que estás seguro. Cuando te sientes vulnerable quieres una explicación lógica de la situación para poder entenderla en un nivel intelectual. Confías en lo que te dicen porque las palabras te ayudan a sentirte seguro.

Control de seguridad del Agua

El elemento del Agua opera en el plano emocional y espiritual. El Agua necesita formar conexiones emocionales y explorar nuestra espiritualidad desde lo más profundo. Tienes las necesidad des de Seguridad del Agua si tu Luna está en Cáncer, Escorpio o Piscis.

Sientes Seguridad Cuando: Si tienes tu Luna en Agua, te sientes más seguro cuando eres capaz de compartir tus conexiones emocionales con otros. Las apariencias no te importan, lo que te importa es cómo te sientes. Necesitas compartir tus sentimientos, y necesitas que los demás los compartan contigo. Las palabras no son importantes para ti – lo que importa para ti son los sentimientos detrás de las palabras. En tu Lista de Seguridad es muy importante la pregunta “¿Esto es familiar?”. Cuanto más confortables y familiares sean tus entornos, más seguro te sentirás.

Cuándo te sientes amenazado: Te sientes más amenazado cuando no eres capaz de crear o mantener conexiones emocionales y energéticas con otros. Te sentirás especialmente inseguro cuando te corten en mitad de una frase o te manden callar. La principal motivación del Agua es reconectar con la Fuente y experimentar la verdad de que somos parte de Lo Que Es. Los buenos límites son importantes, sobre todo cuando tenemos en cuenta las conexiones emocionales. Necesitas límites para realzar la seguridad y fuerza de estas conexiones, no para prevenirlas.

Reacción instintiva ante la amenaza: Cuando te sientes amenazado, tu reacción instintiva es crear nuevas conexiones emocionales. Dependiendo de la naturaleza de la amenaza, también puedes retraerte en ti mismo para curar tus heridas.

Expresar emociones: Si tienes tu Luna en Agua, experimentas las emociones de forma más intensa y profunda que cualquier otro elemento. Eres capaz de aferrarte más fuerte y durante más tiempo a tus emociones que cualquier otro elemento.

Cuidar y proteger a otros: El elemento del Agua a menudo tiene un fuerte sentimiento maternal y protector. Quiere proporcional soporte emocional y confort para la gente a la que amas. Intentas que los demás se sientan seguros compartiendo tus emociones con ellos, y animándolos a compartir sus emociones, esperanzas y miedos contigo. Tiendes a aceptar las responsabilidades de otros en un esfuerzo por protegerlos. Este es un instinto “maternal” para mantener a tus seres queridos fuera de peligro, e incluso para soportar tú su dolor. Debes tener mucho cuidado con esto, no suele ser bueno el asumir estas responsabilidades por otros.

Cuándo te sientes protegido: Te sientes protegido cuando otros inician conexiones emociones contigo. Cuanto más cercano sea ese vinculo emocional, más protegido te sentirás. También te sentirás protegido cuando otros intenten protegerte del daño, las cargas, responsabilidades y dolor del mundo. De una forma más primitiva, puede que desees volver al útero materno, donde estabas caliente, seguro, protegido, sobre todo, completamente conectado con tu madre y la Fuente. En un nivel mas practico, te sentirás protegido cuando otros traten de disipar tu dolor.

La Luna en los Signos

En los siguientes enlaces tienes a tu disposición el signo lunar detallado con las características particulares más allá de su posición por elemento (fuego, tierra, aire y agua).


Características Generales de la Luna

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